Mi escritura actual no remite a un tema único, más bien es una síntesis de experiencias vitales que deseo compartir y en las que probablemente más de alguno se sienta identificado, con ello me refiero, por ejemplo, a la tan mentada burocracia, que a diario debemos vivir, el eterno papeleo para dejar constancia de nuestro nombre y existencia, de que somos alguien en esta vida, pues nos tramitan el día a día, desde las acciones más mínimas que realicemos, hasta el otorgamiento de certificados, títulos, propiedades. Es una lucha continúa donde las interminables filas son sólo una de las tantas condicionantes, pues al primar el individualismo, cada cual quiere hacer de suyo lo que se le antoje, se discrimina a quien se encuentra a nuestro lado y al vivir en una sociedad tan cronometrada, todo acto por nimio que sea en consideración hacia el otro y sin que obtengamos un beneficio personal de ello, resulta ante todo una pérdida absoluta de nuestro tiempo y como sabemos, el tiempo vale oro
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.