Abrázame vorazmente, desea mi cuerpo obnubilado Devórame hasta las entrañas en un orgasmo profundo Antropófago del destino, devorador de almas errantes Tómame con tus irizadas manos y hazme tuyo Álzame por sobre tus hombros de par en par Dilata mi humanidad recóndita, extaséame en suaves caricias Desdobla cada centésima de mi piel en el sublime paraíso Deslúmbrame con la luz de tus ojos que acallan nuestro infierno No culpes tus gustos, sólo degústame y saboreemos juntos la pasión No culpes a la libido, pálpame y gimamos al unísono Desdice mis palabras, recórreme con ellas y hazlas crujir Hazlas navegar por mi cuerpo y recorrer tus zonas prohibidas Amárrame, átame, desátame y penetra esta amazonia virginal lujurioso lobo de mis ensueños, hambriento y sediento de mis besos. Editado el 20 junio 2017.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.