L a vida es tan extraña que cada día me sorprende, escribo para no olvidar, para permanecer en el recuerdo. Tantas personas que fluyen por nuestras vidas en el cotidiano devenir, existimos por una razón y quizás la más importante de todas, para “ser felices”, aunque a veces éste es un estado ilusorio, inclusive en el último tiempo más bien pienso que la felicidad es un estado mental, al igual que cuanto todo lo que nos ocurre en nuestra vida, pues de ese modo creamos nuestra vida, es decir, la sociedad es un constructo mental, al igual que todo aquello que nos rodea. Por otra parte, la felicidad o quizás habrá que hablar de mejor modo de infelicidad, a ratos surge producto de un inconformismo o necesidad no satisfecha, ¿pero en el momento que la satisfagamos, tampoco somos felices?, además hasta qué punto podemos ser felices, cuando se plantea que estamos preparados, hasta condicionados para el fracaso. La felicidad se vuelve casi una probabilidad sujeta al fracaso o al éxito, qu
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.