Como humanidad agónica el cinismo humano yace postrado En la sobrevivencia absoluta de consciencias despojadas El porvenir es una incertidumbre de esperanzas vanas El fuego vacuo de una humanidad hecha de carne y hueso Es la herrumbre errática de la mundana inconsistencia Del temor perpetuo a la soledad de las horas A la intransigencia temporal de vidas descarnadas Humilladas por el sinsentido de sus efímeros destinos Existencias desvanecidas prescindibles como carroña inmolada En palabras estertóreas de un cuerpo mendigante Atado de manojos destartalados en consistencias sórdidas En la quietud de quién espera su muerte certera Como quién se sabe nacido a la muerte que lo espera. José Patricio Chamorro, 1 Agosto 2013, Santiago de Chile, Poesía a la vena. (Extraído del manuscrito original de mi casa de Santiago).
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.