Tu cuerpo desea lo que tu boca calla. Silencios ardientes aguardan caricias Son templo tus labios en el abril de otros brazos Se encienden pensamientos como sentir de la carne Nervados tus miembros, erectos me afligen, Atormentan mi estampa, ardiente de bruma. Roza mi voz tu viril ternura. Adormezco tu sangre, libo tus besos Tu vientre acaricia mi humanidad lastimera, Pernocto en tu hombría, frugal y ligera Sedientos de efluvios, abrimos los prados. En manantiales dichosos se deleitan las manos Tu cenit destempla el calor del rocío. Ávido anuncia amores tardíos Tu fría mirada me calcina por dentro. Sé que me amas, me lo dice tu sexo Es piel de amantes la noctámbula sensación. Fugaz y marchita, purga tu herida Mortal, misteriosa convierte tu rostro, trastoca sentidos; has sido mío. Copiapó, región de Atacama. 1 abril 2018. José Patricio Chamorro Jara
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.