Domingo día del señor, así partió la itinerante tarde junto al filósofo de la inquietud en movimiento, cuestionándonos un tanto la angustia existencial de dos seres que por esas casualidades intrínsecas de la vida, se topan en un momento oportuno a recorrer las distintas calles de una ciudad tantas veces recorridas, con nuevos rumbos y a veces hasta donde los lleve el viento, proyectándose hacia un futuro, pero movidos por el presente, en el aquí y en el ahora, en las meditaciones furibundas, en los refugios de la mirada y del pensamiento, en un diálogo constante de autores y temas a seguir, de itinerantes contextos, relatos y biografías de escritores, filósofos, lingüistas, un recorrido mental e itinerario histórico por una fechación y exactitud en la búsqueda temporal, que es caer en el relativismo de la memoria, en los recuerdos truncados y en las posibilidades inconclusas de aquello que pudo haber sido, pero que se truncó en el camino de una decisión que dio paso a otra nueva se
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.