Desgraciadas son las horas de la noche Desgracias llueven a la orden del día El tiempo no quiere correr, ni girar Se ha quedado estático y contemplativo Mirando pasar las estaciones como si fuesen una Ya no es verano, invierno, primavera ni otoño Es veravierno y primotoño Es Inviemavera y otorano Cronos se ha quedado dormido Sus hijas las horas hacen su antojo Y ojo, que no las manda Nadie Sino que ellas mandan a Todo A la viejita de la esquina, al vendedor del negocio Al escolar de provincia y al estudiante citadino A los de indo-china y a los americanistas A los países primer mundistas y a los terceristas Las horas son las reinas del mundo Son absolutistas y despóticas No le piden su opinión a Nadie y cambian de horario La sociedad se vuelve caos y hasta ahí llegó Todo.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.