I Tus caricias son la guinda de mi deseo Tu pasión es el postre de mis sentidos Tus besos son el néctar de mi cuerpo El latir de tu corazón se bate como suave espuma Mientras nuestra respiración nos perfuma Deleitándonos con sabores de suspiro limeño. II Probaremos mil veces los placeres de la vida Sumergiéndonos en los mares del recuerdo Viajando a través de un cálido mediterráneo Recorriendo selvas y llanos Deshaciéndonos en desérticas dunas de ensueño Culminando en las atlánticas aguas del paraíso terreno. III Beberemos hasta embriagarnos de besos La afrodisíaca ambrosia de los dioses Degustaremos champagne francés y vino añejo Batiéndonos al fragor de nuestros cuerpos Penetraremos impetuosamente en la fogosidad del amor eterno .
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.