De acuerdo con la lectura del ensayo “Entre la actitud culta del alumno y las virtudes del profesor”, escrito por el Doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra, Jorge Peña Vial, se puede señalar que la actitud dialógica del proceso de enseñanza-aprendizaje y la relación entre alumno y profesor es clave. En dicha experiencia es fundamental el desarrollo de las virtudes en el docente como, por ejemplo, la prudencia al tener que conciliar exigencias contrarias, pero que conducen a los educandos a la propensión de un bien mayor y de la cual adquieren consciencia de que no constituye arbitrariedad, ni mera obligación que sea carente de sentido, muy por el contrario, que los conduzca a una vida mejor. La labor docente va más allá de la sola transmisión de conocimientos, sino que más bien radica en la coherencia en su pensar, sentir y actuar; vale decir, en la esencia de lo que es como persona y de cómo su persona en sí comunica e irradia ejemplaridad: “Cuando el profesor deviene m
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.