Cuando mis manos abandonen esta tierra mustia, La soledad se abra paso breve en sus confines, El horizonte sea silencio entre los muertos; Hablaré la lengua de las aves en sordina. Cuando tu voz sea recuerdo ausente, callaré Llorarán los sauces en mi pasajera ausencia Tus labios pronunciarán mi nombre, poesía Maldecida mi sangre se vertirá en tu pecho El rocío será tormento, un grito de alevosía. Cuando el mañana no despierte mi sentir, Los lobos despedazarán mis escuálidos huesos, memoria Amordazarán mis versos en habla veleidosa Desgarrarán tus carnes las palabras en otoño Tu canto anunciará miseria, un grito de alevosía. José Patricio Chamorro. Yungay, región del Biobio. 16 enero 2018.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.