martes, 6 de marzo de 2018

reflexiones para el año nuevo 2018.



Este año que se va 2017, ha sido un año de aprendizaje colaborativo, aprender que enfocarse y trabajar en solitario es una buena manera de lograr proyectos, sin embargo, el trabajar junto a otros permite mayores satisfacciones, pues la felicidad por los logros es compartida y en caso contrario, el esfuerzo y las ganas de volver a intentarlo son mayores. Sin duda agradezco todas las vivencias de este año, el llevar a buen puerto mi carrera profesional y cerrar un ciclo que hace ocho años estaba inconcluso. Aunque el título no necesariamente cambia la vida, sí permite entregar mucho  más a la sociedad. La docencia, el ser profesor en una sociedad tan compleja como lo es el siglo XXI, se convierte en un desafío para los próximos años, pero que con tesón, así como la perseverancia por lograr los objetivos me permitirá salvaguardar con éxitos los obstáculos.

Este año de igual manera publiqué mi primer libro, el poemario “Arte poética: Los tormentos del escritor”, el que se convirtió en una catarsis de experiencias enriquecedoras, me permitió viajar a otros lugares, compartir con otras personas que se encuentran en aquella búsqueda que todo escritor emprende para dejar una huella en la sociedad, un cambio que nos permite dejar este mundo mejor de lo que lo recibimos. La literatura es el camino que deseo seguir a la par con poder enseñarla y transmitir a otros la pasión que me invade a diario por crear y aprender de otras personas, vivencias y autores. Fueron innúmeros los encuentros literarios, viajes y actividades culturales, sin duda alguna fue un año de expansión de horizontes, intercambio de ideas y perspectivas, así como compartir y conocer a otros actores de la cultura que con igual convicción crean a diario y buscan hacer de este mundo un lugar mejor.


José Patricio Chamorro.
Chillán, 31 diciembre 2017

Una delicia de obsidiana.



Primera versión: 17 marzo  2011 ------- Versión actualizada: 6 marzo 2018.


Enamorarse con prejuicios de obsidiana

Ceder a la pasión como rosa carmesí

Ni perdón, ni olvido exculparán un siglo de placeres

Bajo la sombra del averno dormirá nuestra humanidad.



Se deleitan pacientes nuestros amantes cuerpos

Lujuria nos invita a gozar de su pecado capital

Me sabe a melodía de arrabal; clarosones de jazz

Con un toque de almíbar nuestro lecho ha de quedar.



Palabras, sutil sentido de las olas son la esencia del deseo

Seducen sutiles sus  aromas a quién al amor olvida

Aflora de la mar un terciopelo de fragancias.



Amar con delirios de cristal los sonetos percutidos al tacto de la piel

Cadenciosos vibran nuestros besos extenuantes

Que resuenan y resuellan en la tímida intimes del sexo.


Mi arte poética

Arte poética (José Chamorro)

Escribo desde el alma que aniquila la razón y no de sin razones del corazón deseadas. Escribo porque nací poeta en una generación ...