Este año que se va 2017, ha sido un año de aprendizaje colaborativo, aprender que enfocarse y trabajar en solitario es una buena manera de lograr proyectos, sin embargo, el trabajar junto a otros permite mayores satisfacciones, pues la felicidad por los logros es compartida y en caso contrario, el esfuerzo y las ganas de volver a intentarlo son mayores. Sin duda agradezco todas las vivencias de este año, el llevar a buen puerto mi carrera profesional y cerrar un ciclo que hace ocho años estaba inconcluso. Aunque el título no necesariamente cambia la vida, sí permite entregar mucho más a la sociedad. La docencia, el ser profesor en una sociedad tan compleja como lo es el siglo XXI, se convierte en un desafío para los próximos años, pero que con tesón, así como la perseverancia por lograr los objetivos me permitirá salvaguardar con éxitos los obstáculos. Este año de igual manera publiqué mi primer libro, el poemario “Arte poética: Los tormentos del escritor”, el que se convir
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.