sábado, 18 de mayo de 2024

Desafiar al pudor.

Escribir poesía en estos tiempos es desafiar el pudor, la elocuencia y a la vida por unos mendrugos de misericordia que carecen de vida, es blasfemar al olvido. Es un duelo consagrado de mentiras, es buscar la palabra imprecisa que me sabe a verdad, es la rapidez de los dedos que escriben con torpeza lo que la ligereza del pensamiento dicta. Es anclar la prosa al verso, es destruir la fantasía por una sílaba impronunciable, por la palabra destrozada, por los abismos de la memoria, por el tránsito del temperamento que se agita y que clama cambiar de dueño a un viandante que se enamore de sus suspiros, de su locura y lacerante burla de los amigos conocidos, que con una hojarasca se esfumaron de un chasquido, lo que un tiempo fue, hoy es solo tiempo perdido, el cambio de aires y el viento que sopla en contradictorias decisiones para quien busca escaparse de lo cotidiano y refugiarse en la vida que se le escapa a pedazos.

Me relaja mirar el reflejo de la noche por la ventana, mientras escucho música, pienso en ti y el silencio de las estrellas envuelve mi mirada, es como re-encantarme con la poesía de la vida, es dejarse ser sin limitaciones, ni prohibiciones, es como un abrazo a la distancia, es sentir la soledad acompañada, es como estar con quién se extraña sin preocupaciones, sólo con quién amas, la naturaleza, el momento, la compañía, sin necesidad de nada más que el uno del otro, eso es la vida y eso es amar, sin preocuparse de si mañana amanecerá, porque el amanecer está en los ojos del ser amado, en sus angustias y en su felicidad. Amar como se aman la eternidad al firmamento, es estar contigo en cada momento,  es volver a escribir poesía sin malograr ningún verso, sin necesidad de la precaria métrica que coarta los sentimientos, pues enamorare es vivir la vida con la frecuencia de los latidos de un corazón consagrado a bullir en imágenes y torbellinos.

Texto escrito por José Chamorro el 11 de septiembre del 2017.

Mundos paralelos

En el sueño era un narrador omnisciente que todo lo sabía. La historia sucedía en un laboratorio donde se realizaban distintos experimentos, habían informantes infiltrados  que le avisaban a la científica a cargo del programa de eliminación, quiénes debían morir.

Previo a eso ella tuvo un problema con uno de los científicos, por lo cual debía asesinarlo. Sin embargo, esta vez nació en ella un sentimiento diferente.

Habían cientos y cientos de científicos y cada vez que alguien averiguaba más de lo que debía saber lo asesinaban enviándolo a una especie de cápsula en uno  de los niveles subterráneos, donde habían muchas más en las que te dormían y luego despertabas en otros realidad, ¿Virtual? Esas cápsulas se cerraban como en una jaula de hierro que no te permitía escapar y te incineraban dentro.

Esta vez la científica a cargo de ejecutar el programa le carcomió la consciencia por las miles de muertes llevadas a cabo y se metió a una cápsula de manera voluntaria. (Éstas se cerraban al completarse los cupos). Por ello quedó libre uno de los científicos que debía morir.

En ese momento la narración se traslada a la otra realidad, cuyo mundo paralelo era similar a la tierra, pero donde la flora y fauna en extinción se desarrollaba libremente.


Sueño del 24 de julio del 2019.

Mi arte poética

Arte poética (José Chamorro)

Escribo desde el alma que aniquila la razón y no de sin razones del corazón deseadas. Escribo porque nací poeta en una generación ...