Escribo desde el alma que aniquila la razón y no de sin razones del corazón deseadas. Escribo porque nací poeta en una generación postrada en la melancolía. Escribo cuando vuelo en la noche oscura de mis pensamientos en ausencia de firmamento. Escribo para otros y para olvidarme de mí mismo. Escribo en la torre de marfil de mis ilusiones donde el porvenir es incierto. Escribo al amanecer cuando cae la noche y renace el ocaso. Escribo a sangre fría como un sicario enmudecido de cobardes letanías. Escribo con versos de medianoche y resabios del mañana. Escribo sobre la vida y la muerte, el amor y la melancolía. Escribo bajo la sombra de los poetas muertos y en el túmulo de sus memorias. Escribo junto a los poetas vivos de mi tierra que recrean mundos en agonía. Escribo al lado de gigantes sentados en hombros de enanos. Escribo porque si no hubiera escrito, hubiera muerto, y si muriera habría vivido. Porque si no tuviera un lápiz y un papel, e...
Anochecer en el flujo de la consciencia. Santiago, 6 de junio del 2014. Apoyándome solo en mi escritura, me siento desnudo como un poeta que se desvanece en soledad. Cuando me encuentro inmerso en el flujo social, me siento un ente más, guiado por mis ideas y pensamientos. Conozco mi letra y carácter reflexivo, que a veces mi voluntad es tan férrea que soy capaz de recorrer largos caminos y trechos con mi fin personal. Me autoimpongo sendas tareas personales y acompaño mi soledad con la memoria y los libros. Hoy es un día lluvioso y frío, sin embargo, mi ser me acompaña, ¿cuántos escritores habrán pasado por lo mismo? Lo propio, la habitación personal donde se dirige nuestra mirada y flujo de consciencia es la verosimilitud de un espíritu y perspectiva personal. Hoy recorrí calles tantas veces pisadas y la vida, no obstante, suma y sigue. El fluir vital es un hálito de correspondencias fugaces y misterios por descubrir. Mientras la lluvia amaina y a ratos, arrecie; escribo y me res...