Ir al contenido principal

Desafiar al pudor.

Escribir poesía en estos tiempos es desafiar el pudor, la elocuencia y a la vida por unos mendrugos de misericordia que carecen de vida, es blasfemar al olvido. Es un duelo consagrado de mentiras, es buscar la palabra imprecisa que me sabe a verdad, es la rapidez de los dedos que escriben con torpeza lo que la ligereza del pensamiento dicta. Es anclar la prosa al verso, es destruir la fantasía por una sílaba impronunciable, por la palabra destrozada, por los abismos de la memoria, por el tránsito del temperamento que se agita y que clama cambiar de dueño a un viandante que se enamore de sus suspiros, de su locura y lacerante burla de los amigos conocidos, que con una hojarasca se esfumaron de un chasquido, lo que un tiempo fue, hoy es solo tiempo perdido, el cambio de aires y el viento que sopla en contradictorias decisiones para quien busca escaparse de lo cotidiano y refugiarse en la vida que se le escapa a pedazos.

Me relaja mirar el reflejo de la noche por la ventana, mientras escucho música, pienso en ti y el silencio de las estrellas envuelve mi mirada, es como re-encantarme con la poesía de la vida, es dejarse ser sin limitaciones, ni prohibiciones, es como un abrazo a la distancia, es sentir la soledad acompañada, es como estar con quién se extraña sin preocupaciones, sólo con quién amas, la naturaleza, el momento, la compañía, sin necesidad de nada más que el uno del otro, eso es la vida y eso es amar, sin preocuparse de si mañana amanecerá, porque el amanecer está en los ojos del ser amado, en sus angustias y en su felicidad. Amar como se aman la eternidad al firmamento, es estar contigo en cada momento,  es volver a escribir poesía sin malograr ningún verso, sin necesidad de la precaria métrica que coarta los sentimientos, pues enamorare es vivir la vida con la frecuencia de los latidos de un corazón consagrado a bullir en imágenes y torbellinos.

Texto escrito por José Chamorro el 11 de septiembre del 2017.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El carácter dicotómico de Lady Macbeth.

  En el presente trabajo, se pretende realizar un análisis comparativo entre las obras literarias Macbeth, cuya tragedia pertenece a Shakespeare y, Macbett, referente al teatro del absurdo de Ionesco, que es una parodia de la obra creada por el primer autor. Sin embargo, cabe destacar, que me centraré fundamentalmente en las características intrínsecas de las obras, más que en el contexto de producción, puesto que el presente, se aboca al establecimiento de una analogía entre el personaje “Lady Macbeth”/“Lady Macbett”, de quien referiré rasgos de índole psicológica, por ende también se hará alusión a sus pasiones y motivaciones, cuya incidencia en el desarrollo de las obras, es de suma relevancia, destacando ciertos atisbos de transgresión que se cometen en ella, en relación al orden natural de los hechos y, del mismo modo, las transgresiones de género que nos presenta este personaje. En primer término, efectuaré un análisis de los parlamentos que Lady Macbeth, enuncia en la obra

"La Hormiga", Marco Denevi (1969).

A lo largo de la historia nos encontramos con diversas sociedades, cada una de ellas con rasgos distintivos, de este modo distinguimos unas más tolerantes y otras más represivas. No obstante, si realizamos un mayor escrutinio, lograremos atisbar que en su conjunto poseen patrones en común, los cuales se han ido reiterando una y otra vez en una relación de causalidad cíclica, que no es más que los antecedentes y causas que culminan en acontecimientos radicales y revolucionarios para la época, los que innumerables veces marcan un hito indeleble en la historia. Lo anteriormente señalado ha sido un tema recurrente en la Literatura universal, cuyos autores debido al contexto histórico en el cual les ha tocado vivir, se han visto motivados por tales situaciones y han decidido plasmar en la retórica sus ideales liberales y visión en torno a aquella realidad que se les tornaba adversa. Un ejemplo de ello es el microrrelato “La Hormiga”, cuyo autor es Marco Denevi, del cual han surgido

Ensayo, “Los chicos del coro, una película que cambiará nuestra mirada hacia la pedagogía”.

En la película, los chicos del coro, vemos una realidad de un internado ambientado en la Francia de 1949, bajo el contexto de la posguerra. Esta institución se caracteriza por recibir a estudiantes huérfanos y con mala conducta, que han vivido situaciones complejas en términos de relaciones interpersonales, pues muchos de ellos han sido abandonados o expulsados de otras instituciones. Con el fin de reformarlos el director del internado Fond de I’ Etang (Fondo del estanque), aplica sistemas conductistas de educación, sancionadores y represores como encerrarlos en el “calabozo”, una especie de celda aislada cuando se exceden en su comportamiento. Sin embargo, la historia toma un vuelco con la llegada de Clément Mathieu, músico que se desempeña como docente y quién aplicará métodos no ortodoxos en su enseñanza los que progresivamente irán dando resultados positivos en los chicos.                 Respecto a las temáticas que se abordan en la película, por un lado resaltan los a