Esta tarde me he sentido deseada. Varios ojos se han posado en mí. Siento cómo observan cada detalle de mi silueta y cómo sus ojos miran con envidia mi talle cuasi natural. La ciudad pasa frenética frente al abismo que nos separa. Cuántas veces he soñado con atravesar el cristal, tocar mis propias prendas y vestir a la moda como ellas, pero la fortuna es ciega. Ellas envidian mis encajes de alta costura, mi sombrero de plumas, mi cabello rizado o atrevido escote. Lo sé, porque las puedo oír. Pero lo que no saben es que en realidad soy yo quién las envidia a ellas; su grácil caminar, sus mejillas sonrosadas, sus labios color pasión y risueñas sonrisas, ¡Ay, si solo pudiese sonreír! Pero la mueca perfecta y el pulcro vestir hasta agotar stock son el destino de los maniquíes de escaparate.
Taller Literario, "Cuentos de Bolsillo". Biblioteca Municipal de Chillán.
2 noviembre 2017.
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