Hoy escribo por varias razones, de partida porque no puedo empezar esta reflexión sin aludir a su contexto de producción, es decir, en mi departamento, donde me acabo de desconcentrar porque vivo cerca del estadio nacional de Santiago y se escuchan los gritos de la barra brava, a los cuales me estoy acostumbrando, lo que denota una vez más que en las sociedades del siglo XXI, pensar y darnos un tiempo para reflexionar es prácticamente imposible. También escribo por la reciente muerte de Daniel Zamudio, un joven homosexual, como cualquier otro, pero que murió asesinado por unos neonazis y qué decir de ellos, de su comportamiento, que claramente es lo más aborrecible, es inconcebible que existan personas como ellas, pero es normal en este siglo. También redacto acá, porque generalmente cuando voy por la calle escucho y le pongo mucha atención a la gente, a lo mal que se expresan, a la ignorancia, que muchas veces no es su culpa, sino que del sistema. Quienes me conocen en persona, saben cómo soy, que me gusta el debate y siempre estoy pre-dispuesto a él, no obstante, me aburro con facilidad, pues la gente tiende a expresarse muy poco oralmente, casi igual como lo hacen de manera escrita. Respecto al fenómeno de facebook, generalmente no chateo, pues lo que me plantean amerita respuestas extensas y no desgastaría tiempo en ello, es mejor verme en persona, sin embargo, creo que la gente no aprovecha esas instancias amenas para el debate. Hace un rato fui al Jumbo de Ñuñoa, pasé por el lado de carabineros, me dieron unas ganas de decirles unas cuantas verdades, me he dado cuenta que son unos meros pelagatos muchas veces y hoy los detesto aún más, por el hecho de que arrojaron lacrimógenas a la facultad de humanidades, una de las cuales me afectó, pero soy respetuoso y no recurro a agresiones de ningún tipo, sin embargo, qué ganas de ampararme con un recurso de protección poco menos, ¿pero qué se puede hacer, cuando ellos mismos se suponen que hacen justicia? Así está el mundo hoy y qué hablar de política, si parecen monos amaestrados.
He dicho. José Patricio Chamorro, estudiante de 3º, lingüística.
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