Hoy escribo para reflexionar y simplemente por las ansias que tengo de hacerlo, pues algunos me dicen que hablo mucho, otros que siempre lo hago en difícil, en fin, simplemente así soy y no cambiaré. Por otra parte, haré referencia a mi experiencia de hoy, donde asistí a un seminario sobre el Apocalipsis en la historia medieval, debatí –como es mi costumbre- argumenté y conocí personas y me di cuenta, que dentro de todo, siempre habrá personas cultas, algunas con una mejor pre-disposición que otras, para aprender, para cultivarse y evadirse un poco del caos social actual. De este modo la literatura, la historia, la filosofía y las ciencias humanas en general, nos permiten rehuir los males de nuestros tiempo –archi-sabidos- pero lo que me sorprende es la disposición espacial donde nos situamos a leer textos extraños, manuscritos y un sin fin de textos poco convencionales, donde uno puede sacar mucho provecho, aprender de ellos y comprender su propia vida, cambiar la percepción que se tiene de la sociedad actual, conocer otras perspectivas, acrecentar su entendimiento y así vivir una vida más libre, pura y cercana al ideal de vida al que muchos aspiramos, que posee intrínsecamente la cualidad de sernos propia, de ser feliz con ella y en ella, en fin, hay que disfrutar la vida, aunque estemos encerrados entre cuatro paredes y aunque tal vez ésa sea mi vida, la amo, me gusta ser una persona de estudios, ése es mi nicho, al fin lo encontré y nadie me lo arrebatará, aprenderé durante el resto de mis días en la tierra y le enseñaré a quien me encuentre en el camino y aprenderé de aquellas almas, para alcanzar el ideal de armonía y felicidad.
A lo largo de la historia nos encontramos con diversas sociedades, cada una de ellas con rasgos distintivos, de este modo distinguimos unas más tolerantes y otras más represivas. No obstante, si realizamos un mayor escrutinio, lograremos atisbar que en su conjunto poseen patrones en común, los cuales se han ido reiterando una y otra vez en una relación de causalidad cíclica, que no es más que los antecedentes y causas que culminan en acontecimientos radicales y revolucionarios para la época, los que innumerables veces marcan un hito indeleble en la historia.
Lo anteriormente señalado ha sido un tema recurrente en la Literatura universal, cuyos autores debido al contexto histórico en el cual les ha tocado vivir, se han visto motivados por tales situaciones y han decidido plasmar en la retórica sus ideales liberales y visión en torno a aquella realidad que se les tornaba adversa. Un ejemplo de ello es el microrrelato “La Hormiga”, cuyo autor es Marco Denevi, del cual han surgido
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