La realidad la hacemos con nuestras palabras
La realidad la hacemos con nuestras acciones
Cada despertar es un nuevo día para volver a empezar
Hay hombres que se levantan y no tienen para desayunar
Hoy vi a un hombre de fuego
De rostro desfigurado, mano quemada y encorvado
Él vivió entre el fuego y, por ello su voluntad es de hierro
Cada día se levanta y con voz cansada, pide ayuda
Pide y pide, ¿qué pide el hombre de fuego?
Una mano habilitada
Pero su espíritu no para, arde aún entre las brazas.
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