Cada
oveja con su pareja suelen decir, algunos la encuentran antes, otros después y
¿acaso algunos nunca encuentran a su pareja? En el mundo hay para todos los
gustos, sólo hay que saber dónde buscar. De vez en cuándo me pregunto, ¿qué es
la vida? pero siempre que creo saberlo, me doy cuenta de que realmente no lo sé,
esta pregunta me la puedo plantear mil y una veces, pero jamás la podré
responder, a veces creo que son procesos, que se repiten una y otra vez; las
personas tendemos a repetir lo que nos han dicho, a hacer lo que otros hacen,
seguir conductas, construir nuestra casa propia, nuestra propia familia. A
ratos todo me parece igual, como si todo tomara el mismo rumbo, una y otra vez,
la mayoría tiende a buscar tranquilidad, un lugar en el cual estar y sentirse bien;
la vida está repleta de paradojas e incomprensiones, un día comienzas y nunca sabes
dónde vas a terminar, cada persona escoge su destino y, ¿uno?, ¿qué escoge? ¿Acaso
el sin-sentido de la vida? Personas que se cruzan en tu camino, ¿a qué te
conducen? ¿Dónde te llevan? ¿Qué es lo que hacen? ¿Por qué lo hacen? Sin embargo,
encontrar a otros en una misma frecuencia continuamente se me torna incluso imposible.
A lo largo de la historia nos encontramos con diversas sociedades, cada una de ellas con rasgos distintivos, de este modo distinguimos unas más tolerantes y otras más represivas. No obstante, si realizamos un mayor escrutinio, lograremos atisbar que en su conjunto poseen patrones en común, los cuales se han ido reiterando una y otra vez en una relación de causalidad cíclica, que no es más que los antecedentes y causas que culminan en acontecimientos radicales y revolucionarios para la época, los que innumerables veces marcan un hito indeleble en la historia.
Lo anteriormente señalado ha sido un tema recurrente en la Literatura universal, cuyos autores debido al contexto histórico en el cual les ha tocado vivir, se han visto motivados por tales situaciones y han decidido plasmar en la retórica sus ideales liberales y visión en torno a aquella realidad que se les tornaba adversa. Un ejemplo de ello es el microrrelato “La Hormiga”, cuyo autor es Marco Denevi, del cual han surgido
Comentarios
Publicar un comentario