Me paro de pie frente al
balcón, observo cauteloso el movimiento que se produce
Me ves desde la lejanía de nuestros cuerpos, tu mirada se aproxima a mi sonrojado cuerpo
Siento que penetras con esa mirada profunda de amante generoso los poros de mi piel
Me balanceo sobre mis pies y dejo ir a la deriva mis pensamientos, te deseo
Pero intuitivamente me giro y te recuerdo, ya nos conocemos, eres mi complemento
Poetas que miran por la ventana del mundo y que claman a gritos un único deseo
Vivir para contarlo, amar como quien ama un plenilunio de nostalgias
Nos reconocemos en las caricias que no nos hemos dado, en la aquiescencia
En la voluptuosidad de nuestros pechos que suspiran candorosos
La sutil percepción de nuestra presencia es algo que nos cautiva, nos inmortaliza
Como la fotografía de un instante, un segundo silente a vaivenes
De lo que fuimos ayer y de lo que seres mañana, es un pensamiento sonoro
Son el reflejo de mi silueta que se expande por la ventana, es el verdor otoñal
Es pureza de sentimientos, es el arrebato incontrolable de quién ha amado poéticamente
De quién se sumerge en el otro y ahonda en la profundidad de su memoria
Que como el mar, guarda y conserva mil tesoros escondidos,
nos miramos, auscultamos, se cierran los párpados, cae el telón, nos alejamos.
Pd: Poema escrito en abril del 2014.
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