La niebla cubre con su manto tus sueños rotos y olvidados
Lenguas de fuego adormecen los cantos de tus árboles caídos,
en brasas siniestrados
Las aves lloran por sus nidos perdidos y el cielo clama en
llanto su dolor
La tierra sangra en venas abiertas el sufrir de sus carnes
Sus flores me sonríen en un sol de madrugada
¡oh verdes prados del sur! No lloren sus hojas muertas
Alégrense con esta alabanza al Valle del ítata
Oda de amor por sus frutos y cosechas,
A sus vinos y manos labriegas, de hombres y mujeres de
remotas épocas
Es tiempo, es hora plena, es tiempo de cosecha
En tus campos sembradas fueron semillas fieras
Malezas y espinas acribillaron tu belleza
Aun hoy en este valle en que las lágrimas del cielo se
posaron
Entre las cenizas germinan viñas y secanos
Su vid es río que fluye acaudalado, sin par doblegado
Que al caer el ocaso, la esperanza renace bajo el manto de
sus cielos nublados.
José Patricio
Chamorro, 24 marzo 2017.
Pd: Homenaje y
alabanza al Valle del ítata y las tierras del sur de Chile que fueron
consumidas por los voraces incendios que las afectaron.
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