lunes, 26 de junio de 2017

Plegarias de amor.



Soledad, voz de mi pensar en ausencia de las horas

Diáfano pesar en la claridad meridiana de los días invernales

Te entregas a mis brazos con tu alma ponzoñosa

En palabras viertes el licor que embriaga mis venas de poesía

Germinas en escritura enajenada lo malsano de los sentimientos

La vida arrebatas en suspiros de amor al que sus labios posó en ti

Las catacumbas se abren a tu paso y en ellas se liberan prisioneros

Eres la fiel compañía del corazón enamorado de la vida y sus desdichas

Eres flor enmalezada de cárdenos silencios, de melancolía pura

Eres el loco afán del insensato corazón y la sensibilidad del poeta

En ti los besos son placeres trágicos en la comedia de la muerte

Sentir, amar,  doler de soledad es la esperanza del soñador

Poesía,  voz que cantas a las alondras en primavera

Ruiseñor de los valles en las misteriosas aguas del infinito

Te pido como suplicante en la piadosa serenidad de mis años

Que eleves plegarias a los vaporosos amores de la juventud desvanecida.

José Patricio Chamorro Jara
Chillán,  25 junio 2017.

sábado, 24 de junio de 2017

Besos prohibidos.


Amar los profundos besos del deseo en el místerio de tu carne

En las sabrosas horas en que germina el orgasmo de la palabra

Tus labios son la elocuencia que inspira mis versos nocturnos

Son lirios de pasión en el licor embriagador de tu sexo

Eres la promesa en ciernes de un escurridizo amor florecido en primavera

Tu pecho es el manantial que nutre las sensaciones de mi humanidad

Nuestras manos rozan el cielo de tus caricias en efluvios corporales

Que como ríos de agua brava desatan caudales orgiásticos de amor

Eres la sublime torre que atenaza mis sentimientos enclaustrados

La oscuridad infernal que fragua los pecados capitales con tu nombre

Eres mi tormento esperanzador en un mar de incertidumbres.



¿Amar acaso es la sentencia de los mortales insensatos?

¿Es la razón la penumbra de la infructuosa muerte?

Tus ojos en abismo me sumergen en tus poros lujuriosos

En ancas tus brazos me alzan al placer del calvario

Tu último adiós es la crucifixión más cruenta que se halle en vida

Ser mártir de tus dedos en las recónditas orillas de mi piel

Sentir una oleada electrizante de cadencias rítmicas en mi deshojado cuerpo

Ésa es mi condena por beber de tus prohibidos besos.

José Patricio Chamorro. 24 junio 2017.


jueves, 22 de junio de 2017

Fulgores de un instante en la vida. (23 junio 2015).


A veces nos basta un instante, para que la rutina que hemos llevado por años nos cambie por completo, en una vuelta de 360 grados, despertar y sentir que ha valido la pena, fugarse en un viaje sin retorno hasta que la tormenta haya pasado, recorrer lugares inexplorados, conocer a quién sienta que su destino en ese momento debe estar junto a nosotros, la vida es breve y hay que vivir la intensidad de las circunstancias.

En toda una vida podemos no ser felices, sin embargo, basta ese fulgor de amanecer que nos vislumbre una sola vez y aquello que parecía no cambiar  ni tener rumbo alguno, decida dar ese giro inesperado y mueva el motor, ese engranaje interno que nos motive al cambio y nos saque de la soledad en la que estamos inmersos. Para algunos aquello es amor, para otros, simplemente locura, pero para los soñadores empedernidos, es un sueño que se desea vivir, con más intensidad que la vida misma.

Si fuese posible modificar el pasado, penetrar en los insondables abismos de la memoria, quizás nuestras elecciones de vida serían distintas, sin embargo, para un escritor es irremisiblemente incontrolable contener la memoria, ese pasado a veces remoto, a veces cercano, del cual no se puede rehuir, pues nos acecha como un viento huracanado. La vida es como un eterno resplandor, un sueño dirigido, del cual no sabemos si estamos despiertos o dormidos, si la hemos encauzado para bien o para mal, si llevamos nuestra vida más allá de nuestros propios límites, hasta donde deseemos llegar, es locura que linda con la vida, es sueño que circunda lo desconocido para hacerse uno con el amor propio de aquellas almas que se ensimisman ocultando sus miedos en el egolatrismo del amor propio.

Una mirada lo dice todo, el pasado, el presente y el futuro, lo sentido, lo que se siente y lo que se podría llegar a sentir con la intensidad de las circunstancias, momentos, tan sólo palabras, tiempo que se desvanece como el ocaso en el atardecer, como el alba en lontananza. Una mirada refleja amor y odio, sensatez y sentimientos, agonía en inmensidad de un pensamiento.

En los últimos cinco o seis años de mi vida, he vivido con mayor intensidad, esos momentos de viajes, de idas y vueltas, de acostarse en el pasto con amigos, de sentarse en el suelo a conversar de la vida, de comer y caminar por lugares que no habías visitado, enamorarte. Desengañarte. Estar en la frontera, iluminarte en el camino, reencontrarte y re encantarte con cada mirada, con cada lugar en el que estás, con sus silencios, con lo dicho y hecho, con ese estar y no estar.

A veces siento que no comprendo la vida y en otras circunstancias, que sólo me aproximo levemente a ese sopor que te embriaga, a esos momentos de estar contigo mismo y saber que el amor, parte por casa. Que la soledad, el refugio en el que buscas permanecer, se va junto a todo aquello en lo que creías. A veces pienso en lo mucho que he escrito para desahogarme, para llenar ese vacío existencial de mis pensamientos, para dejar la noche fluir y el día escapar, hundirme en mis propios momentos y comprender cada abismo de mi memoria, recorrer las mismas calles por las que he transitado cientos de veces, repetir y degustar las palabras como un plato único y exquisito, ser y no ser, olvidarme del dolor, del daño, de la envidia de otros y sentir que la escritura es desprendimiento y así como se crea, se destruye y como se es, se evapora y difumina. A veces cuesta encontrar esos instantes para detenerse en la vida, parar y reflexionar, sin embargo, existen y se crean con cada respiro que nuestro organismo ejecuta, con cada palabra que pronunciamos e incluso con aquello que no decimos y nos guardamos por la eternidad.

martes, 20 de junio de 2017

Sutiles lágrimas de invierno.


Navegante de los profundos mares de mis sueños

Devoras el tiempo perdido y eclipsado por los recuerdos

Verte en la fragilidad de una ensoñación es revivir pasiones

Amar a destiempo en la circunvalación de nuestros cuerpos

Es éxtasis amatorio en las virginales horas del ocaso

Tú no eres lo que ayer en deseo trastocaba mi razón

Los años han hecho mella en tu viril silueta en primavera

En rojo carmesí ha roto sus venas el corazón enamorado

La gloria de un prohibido amor se ha venido a cuestas

Solo queda mi memoria otoñal que deshojará tus flores

El invierno de los días, volcará los años en ausencia

Tú que fuiste mi amor de juventud, serás solo briznas de recuerdo

Los vaporosos besos que fueron, serán lágrimas y un sutil tormento.

Chillán,  20 junio 2017.

miércoles, 14 de junio de 2017

Ensoñaciones de amor.



El amor no sabe de fronteras, ni barreras idiomáticas

Quién ama es libre por naturaleza y por pasión

Hay quiénes se compadecen del insensato enamorado

Mas no saben que quién ama padece de ilusión

Triste es el espectáculo de la traición,  ¡Ay, qué horror!

Como sentenciados a la pena capital por porfía y resignación

Caen uno a uno en el patíbulo de la sin razón.

Quién ama, ríe ; quién ríe despierta al idilio del corazón

Quién conoció el beso de amor, ni a la muerte teme la hoz

Quién danza al son del ciego que flechó su corazón,

Mártir es de la aciaga hora en que su andar se perdió

Nunca te entregues al abismo de un flechazo inesperado

Coge la flecha y clávala en las entrañas más profundas de tu escurridizo amor

Más a quién tú amas se rendirá al dulce néctar de una ensoñación.

José Patricio Chamorro Jara, Chillán 14 junio 2017.

viernes, 2 de junio de 2017

Insondables sentimientos. (2 de junio 2014).


¿Cómo vive el amor el intelectual? Es el deseo sublimado de su sapiencia, la trascendencia de su ser, el amor que emerge de lo más íntimo de su saber y conocimiento del mundo, es a través de su vida, del dar cuanto de ella haya en su existencia, con tal de lograr su cometido, traspasar las barreras de lo insondable, penetrar en los abismos del fuego de una pasión tantos años cultivada, permanecer junto a quién se ama a través de las palabras, de los suspiros candenciosos, de la amistad paciente que espera la llegada del amor a su puerta, de los temasque vierten lo natural, la psinergia del deseo en el transcurrir de los instantes. En efecto, cómo ama el escritor, el poeta, el intelectual, creando deseo, sublimando pasiones, desatando correspondencias, instantáneas, momentos de satisfacción con la plenitud de la escucha, del silencio, de los efluvios del despertar, del escuchar la voz del otro que te susurra al oído, el agradecimiento nítido de un amanecer inconfundible en la habitación contigua, enamorarse por el deseo de contigüidad, por la proximidad de los cuerpos, por la rutina del día y de la noche, por el verse y sentirse a diario, por las discusiones librescas que versan poesía y otras sin razones. 

Se vive a través del intimismo, del espacio propio, de la soledad compartida, de los instantes y fluctuaciones pasajeras de la memoria, en el actor de recordar, en el acto amatorio de desear la presencia del otro, compartir sus anhelos más recónditos, ceñirse a sus sentimientos profundos, conocer su carácter y templar su osadía con el deseo nocturno de los amantes.

Mi arte poética

Arte poética (José Chamorro)

Escribo desde el alma que aniquila la razón y no de sin razones del corazón deseadas. Escribo porque nací poeta en una generación ...