Ir al contenido principal

A las memorias de un solitario escritor (16-18 marzo 2014)., recuperado.


El destino puede ser nuestro próximo paso a dar, habida cuenta de que podemos darlo en falso, no obstante, la vida es para cometer errores y aciertos, así que siempre es preferible dar un paso al frente y no al costado, con la frente en alto, creando y forjando nuestro camino, el que sin duda alguna determinará nuestro destino.

Claro está que éste se hace a diario, en nuestra próxima decisión, en lo que decidimos hacer a cada momento, pero lo que no necesariamente debe ser único y repetitivo, pues cada amanecer es un día nuevo para hacer alguna actividad que nos hayamos propuesto o quizás a veces improvisar de lleno, desde salir con algún conocido de la vida, conocer a otras personas, ojear un buen libro, escuchar música o simplemente ser feliz haciendo lo que nos apasiona, conociendo y reconociénodonos en los lugares y paisajes, en las personas que ahora están en nuestra vida y las que nos han acompañado en estos intrincados senderos, con vueltas y volteretas a raudales y quién sabe, tal vez nos encontremos con nosotros mismos, con quiénes fuimos ayer y con quién seremos mañana, dándole un apoyo, por último un aliento de vitalidad y ánimo para que continúe su tarea, a veces impuesta o autoimpuesta de lo que es aprender a vivir una existencia. 

Este atardecer lo contemplo desde mi ventana, de un cuarto piso de apartamento. Es una vista privilegiada con aire fresco, silencio y árboles por doquier que inspiran a cualquiera que lo desee; hay que estar agradecido de la vida en todo momento, por lo que nos toca vivir y ver, por ello aprovecho al máximo a quiénes comparten conmigo parte de su visión de mundo de su ser y por qué no, ser junto a otro, simplemente compartiendo ese hálito vital de hacer algo y seguir viviendo, no detenerse, estar en el flujo de la vida, con nuestra energia física y mental y canalizar las experiencias del día a día, pues no nos queda más que seguir viviendo y ser conscientes en cada latido de que vivimos por un motivo y que aunque atravesemos absortos una calle en nuestros pensamientos, nada nos debe impedir cumplir nuestro cometido, gota a gota, sudor tras sudor, con la energía que fluye por nuestras venas, pues es lo que nos caracteriza, nuestro sello intrínseco, lo que somos, lo que fuimos y lo que seremos.

 A veces la perspectiva de la vida es como mirar desde el marco de una ventana, sólo vemos y percibimos lo que queremos ver, lo ideal y placentero ante nuestros ojos, pero somos más que eso y la suma de nuestra vida es la sumatoria de experincias vividas, contempladas y compartidas, a veces tan sólo basta escuchar, sentir, pero no dormirmos en los laureles, irradiar con el sol que nos ilumina en ese despertar, esta noche me acompañan tazas de café y mis pensamientos a la deriva, medito sobre ciencia ficción y lo vividos en estos últimos días, sé que el último pensamiento del día debe ser positivo, para así iniciar en una marcha rauda al siguiente, con los objetivos claros y que al llegar la noche, nuestras energías declinan, pero depende de nosotros y de nadie más haberla canalizado sin dispersarla y aprovecharla para crear magnetismo y fuente de libertad, sabiduría y vida. Quizás soy feliz, ésa es la meta cúlimne del ser humano, tengo todo lo que necesito a mi lado, mis cinco sentidos intactos, mis libros, unas lumbreas, alimentos y compañía, no me resta más que ser feliz, aunque la soledad siempre es una manera tentativa de ver la vida.

A las memorias de un solitario escritor tardes de marzo, Santiago 16-18/3/2014

Comentarios

Entradas populares de este blog

El carácter dicotómico de Lady Macbeth.

  En el presente trabajo, se pretende realizar un análisis comparativo entre las obras literarias Macbeth, cuya tragedia pertenece a Shakespeare y, Macbett, referente al teatro del absurdo de Ionesco, que es una parodia de la obra creada por el primer autor. Sin embargo, cabe destacar, que me centraré fundamentalmente en las características intrínsecas de las obras, más que en el contexto de producción, puesto que el presente, se aboca al establecimiento de una analogía entre el personaje “Lady Macbeth”/“Lady Macbett”, de quien referiré rasgos de índole psicológica, por ende también se hará alusión a sus pasiones y motivaciones, cuya incidencia en el desarrollo de las obras, es de suma relevancia, destacando ciertos atisbos de transgresión que se cometen en ella, en relación al orden natural de los hechos y, del mismo modo, las transgresiones de género que nos presenta este personaje. En primer término, efectuaré un análisis de los parlamentos que Lady Macbeth, enuncia en la obra

"La Hormiga", Marco Denevi (1969).

A lo largo de la historia nos encontramos con diversas sociedades, cada una de ellas con rasgos distintivos, de este modo distinguimos unas más tolerantes y otras más represivas. No obstante, si realizamos un mayor escrutinio, lograremos atisbar que en su conjunto poseen patrones en común, los cuales se han ido reiterando una y otra vez en una relación de causalidad cíclica, que no es más que los antecedentes y causas que culminan en acontecimientos radicales y revolucionarios para la época, los que innumerables veces marcan un hito indeleble en la historia. Lo anteriormente señalado ha sido un tema recurrente en la Literatura universal, cuyos autores debido al contexto histórico en el cual les ha tocado vivir, se han visto motivados por tales situaciones y han decidido plasmar en la retórica sus ideales liberales y visión en torno a aquella realidad que se les tornaba adversa. Un ejemplo de ello es el microrrelato “La Hormiga”, cuyo autor es Marco Denevi, del cual han surgido

Ensayo, “Los chicos del coro, una película que cambiará nuestra mirada hacia la pedagogía”.

En la película, los chicos del coro, vemos una realidad de un internado ambientado en la Francia de 1949, bajo el contexto de la posguerra. Esta institución se caracteriza por recibir a estudiantes huérfanos y con mala conducta, que han vivido situaciones complejas en términos de relaciones interpersonales, pues muchos de ellos han sido abandonados o expulsados de otras instituciones. Con el fin de reformarlos el director del internado Fond de I’ Etang (Fondo del estanque), aplica sistemas conductistas de educación, sancionadores y represores como encerrarlos en el “calabozo”, una especie de celda aislada cuando se exceden en su comportamiento. Sin embargo, la historia toma un vuelco con la llegada de Clément Mathieu, músico que se desempeña como docente y quién aplicará métodos no ortodoxos en su enseñanza los que progresivamente irán dando resultados positivos en los chicos.                 Respecto a las temáticas que se abordan en la película, por un lado resaltan los a