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Poesía y vida. (Recuperado: Santiago, Ñuñoa, 24 mayo 2014).

Poesia y vida.

La vida es muy extraña, para quién decide dedicarla a la escritura o alguna rama del arte, tiendes a sentirte incomprendido, a sentir que tus esfuerzos en la vida, si bien no son en vano, pareciera que las palabras se las lleva el viento y pese a tus esfuerzos personales esta incomprensión no cesa.

Quiénes te conocen en persona, a través de tus palabras o incluso a veces solo quiénes te conocen superficialmente juzgan tu manera de ser y estar en el mundo. Más aún, el que les parezca que a veces entiendes la vida de manera simplista, o quizás desconocer el valor de las cosas, cuando la verdad es que sí sabes su valor y que por ello tiendes a mirar la vida con mayor altura de miras.

Vivimos en una sociedad de la desconfianza en el otro, donde se te juzga por ser tu mismo, por tener tus ideas propias y escapar de la norma, donde pocos se a atreven a mirarte a los ojos y expresarte lo que sienten, donde la mayoría tiende a herir por el beneficio propio, donde se puede terminar siendo un número más, un desconocido, pero no, la vida como la entiendo es mucho más que ello.

Los momentos son mucho más que aprender a subsistir, que aprender a leer, escribir, resolver problemas complejos. Convivir junto a otros, es más que el tiempo que dedicamos a nuestra pasión, es ser feliz en cada acto que realicemos, es aprender a dejar nuestra llama de la pasión vital en cada rincón de este mundo que habitemos, con cada persona que nos crucemos en la vida, es ser igual con todos y tener claridad en nuestros pensamientos, ya que ellos se transformarán en palabras, acciones y finalmente en un hábito y estilo de vida. Es expresar nuestra interioridad, es saber que se cambia a cada instante, que jamás se es el mismo, que la vida es movimiento y no instantaneidad y estatismo, es aprender a conocerse a sí mismo y a convivir consigo mismo y con quiénes nos rodean, es escuchar la naturaleza y el silencio, es poesía y deseos de vivir.

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