sábado, 25 de agosto de 2018

Balada triste de poeta.

En esta noche de grises matices y desilusionados acordes, solo nos queda el amor.

Todo tiempo pasado fue mejor. Los cuerpos susurran soledad bajo la piel.

Silencios duermen olvidados en la sinrazón de nuestra clara compañía,

Embriagarnos de poesía es la única escapatoria a esta tierra inerte de dolor.



Melancolía es el vals que danza al ritmo de las estrellas.


Tu andar de poeta iluminan a contraluz la suavidad de las caricias.

Un constelado anochecer, despierta a los durmientes solitarios en su búsqueda.

Es la humanidad un río caudaloso de miserias prontas a morir. Silencios te saludan.



Desgarrado mi vientre gime un grito sufriente con sabor a destierro del alma.

Abren mi pecho las garras suplicantes de mis manos a punto de sangrar,

Se pierden en suspiros los últimos instantes en agonía de un corazón ilusionado.

                                                                       José Patricio Chamorro Jara.

                                                                       Copiapó, 25 agosto 2018.

jueves, 9 de agosto de 2018

Las letras son mi pasión. (Recuperado del 10 agosto 2014, Ñuñoa, Santiago).

Las letras son mi pasión.

Ojalá se pudiese girar la manivela del tiempo hacia atrás, regresar el tiempo transcurrido y convertirlo en tiempo recobrado. Para quién se sabe escritor, amante de la vida y viajero del alma, los años transcurren como una inexorable promesa no cumplida.

Se avecinan cambios, lo presiento, aunque hasta ahora, en estos veintitrés años, cada cambio suele ser para mejor y cada cual más inesperado que el anterior. Llevo conmigo más de aquello con lo que me vine, llevo cinco años viviendo relativamente solo, pues siempre he estado acompañado y he recibido mucho apoyo y energías de muchas personas en mi vida, sin embargo, la vida es un peregrinaje, un partir y mirar siempre hacia adelante, desapegarse a ratos de lo material, para alcanzar otras cosas a las que les atribuimos otro valor, quizás más simbólico, sentimental, emocional y hasta visceral. 

No me da miedo la vida, no obstante, me causa pavor no saber qué vendrá, cómo reaccionaré y qué haré el resto de mi existencia. Quizás poco lo saben y tienen la certeza de qué harán con su vida el día de mañana. Sólo sé que he escrito más de lo que hubiese imaginado desde que me adentré en el camino de la escritura como una forma de conocimiento personal y autoimpuesto, en que leía a Verne desde mi tierna infancia. 

Recuerdo vívidamente cuando a los quince quise escribir una historia de aventuras, fue una de mis composiciones literarias que más me gustó y a la que más revisiones le di, cuando aún ni pensaba estudiar literatura, “Náufragos en la Isla petra”, la había denominado, era una novelilla o cuento extenso donde de a poco mis amigos de la adolescencia iban cobrando vida en aquella obra, sus nombres le daban una mayor cercanía cuando la escribía y mi imaginación y los días enteros que pasaba encerrado en mi habitación, donde salía sólo a comer y recuerdo, que una vez no me detuve en la máquina escrituraria, sino hasta en siete horas, ahí descubrí que ésa era mi pasión y con el tiempo fui descubriendo que me interesaba no sólo la narrativa, sino también la poesía, empecé a conocer autores y ya no leía sólo bestseller, sino que ya recitaba autores de memoria y así empezó mi formación, hasta la fecha debo haber escrito unos 300 poemas y varias historias, fue también la época en que me interesó la filosofía, cuánta sabiduría, a los 17 estaba en una búsqueda sempiterna del conocmiento, hasta el día de hoy, donde también me ha llamado la atención el arte.

Qué espera de mí la vida, no lo sé, pero de a poco me di cuenta que me gustaba enseñar y con veinte años a cuestas, ya hacía un par de clases en mis horarios libres, transmitir mensajes, interactuar con otros y hablar de libros a mis anchas, sin que nadie me dijera nada, sino que imbuir a otros con el saber literario y mi afán por los debates y la divulgación de ideas. Llevo la mejor de las energias conmigo en este nuevo viaje, es un regreso a un lugar que me recibió bien por algunos años y que luego me vio partir y regresar cada invierno y verano, mi Chillán querido, que espero con ansias me reciba con los brazos abiertos para las ideas innovadoras que llevo conmigo, para formar talleres literarios y de poesia, para compartir en coloquios y para que de a poco las letras tomen las riendas de la vida que siempre debieron tomar, que las humanidades sean reivindicadas y que nadie pueda decir que quién estudió letras se morirá de hambre, que al contrario, quiénes luchamos por ella y hacemos de nuestra vida una pasión, seamos capaces de defenderla hasta que nos saciemos. La vida es un viaje, una aventura y el mañana, es sólo el siguiente capítulo de esta historia que empezaré a escribir.

sábado, 4 de agosto de 2018

Desgarro.


Un desgarro a quema ropa en el alma vierte un charco de nostalgias.

Como tinta derramada, la sangre corre estampada en versos.

Se dilatan las pupilas, desorbitados los ojos padecen su muerte prematura.

Un corazón rutilado es el eslabón perdido de la humanidad a punto de callar.


En la creación solo hubo un grito silenciado,  era el instante final en que la humanidad nacía.

Holocausto de ánimas prontas a marcharse agrietaron las entrañas de la tierra madre.

Un charco de lágrimas de sabor agusanado hirió la escena primigenia.

Reencuentros se sucedieron como el primer recuerdo del olvido.

José Patricio Chamorro Jara.
Bar café O Higgins,  3 agosto Copiapó.

Mi arte poética

Arte poética (José Chamorro)

Escribo desde el alma que aniquila la razón y no de sin razones del corazón deseadas. Escribo porque nací poeta en una generación ...