Siempre he considerado que la escritura es un acto de permeabilidad o exteriorización ideal para expresar nuestras emociones. Por ello, procuro promoverla a diario. En ella se da cuenta no solo de nuestra experiencia y visión de mundo, sino que nuestra forma de interactuar con la realidad.
No son pocas las veces en que me he emocionado leyendo los textos escritos por estudiantes. Quizás no siempre se dan cuenta de cuánto de lo que vivimos se plasma en ellos.
Hoy, les planteé la escritura de un tema libre, pero que diera cuenta de una adecuada coherencia y cohesión. Más allá de lo.formal, me sorprendió la capacidad reflexiva de ellos, así como de su entorno social, el que no pocas veces es desfavorable, tal como la delincuencia, la pobreza y la drogadicción; hechos concretos que quisiéramos cambiar, sin embargo, es lo que muchos viven a diario.
Una vez más siento que la educación es más prioritaria que nunca, si bien no es la única herramienta, gracias a ella podemos guiar y ayudar a nuestros estudiantes a enfrentar y convivir con su entorno de mejor manera, potenciando sus habilidades, no solo académicas, sino que también sociales y, por sobretodo para la vida misma.
24 octubre 2018.
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