El día después de. Arde un país en democracia, arrasado por sus propias manos Se saquean las calles, se enciende una patria. Silenciadas las voces, los cuerpos claman bajo la sangre derramada Los capitales cierran sus puertas ante el pueblo que no da a basto. La clase política, pronuncia la palabra normalidad, ultrajada por su propia corrupción La naturaleza gime bajo la inconsciencia de los hombres. Es la inocencia arrebatada cuyo llanto jamás fue escuchado.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.