Cuando sufres por amor el tiempo se desvanece,
Lágrimas caen sobre tu mejilla, enardeciendo tus ojos
Nada vuelve, nada retorna, solo el recuerdo vívido de lo que hemos
sido.
Somos sombras errantes en la tempestad del mundo,
Buscándonos, amándonos, deseándonos, olvidándonos.
Nos olvidamos a nosotros mismos en la búsqueda del misterio
Anhelamos saber, distinguir la luz al final del túnel,
Somos almas errantes al compás del mundo.
El tiempo afuera permanece invariable, implacable, inexorable
Como sentir del corazón tus
latidos resuenan y callan al unísono, retumbando.
Al final del camino ella aguarda, nunca se ha ido, siempre estuvo
allí.
José Patricio Chamorro, Copiapó, 12 de septiembre 2021.
Comentarios
Publicar un comentario