Silenciar el miedo es perder el horizonte de la vida.
Acallar las emociones más perpetuas de un corazón sufriente.
Ser individualidad, latido en éxtasis en un vaivén rítmico.
Amar no es sino la pulsión efímera de un arrebato incierto
de sentires.
Perderse en el ocaso de la piel, volverse infinito en un beso.
Arrebatarle una mirada fugitiva a la muerte, polvo astillado
de huesos.
Naufragar sin rumbo en el mar de tu mente,
Ser faro en una noche constelada de estrellas durmientes.
Alma solitaria en el prófugo andar de las amantes caricias.
Copiapó, 9 de octubre del 2023. A Miguel Ruíz.
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