La vida en Santiago es un circo romano, fue lo primero que pensé tras mi incursión hoy en la tarde por los recovecos de aquella ciudad. En efecto, es un mundo o sub mundo, con agregado e inclusión de prefijos para quien sea entendido en el tema, o más aún como se dice actualmente, es una ciudad “tercer mundista”. Sobre todo aquella última frase se logra entender a cabalidad si la persona que lee el presente texto, ha permanecido al menos un día en este festín hecatómbico o, por qué no decirlo, que ha vivido su propia Odisea, al más puro y prístino estilo de Joyce. Así es mis estimados lectores, sin embargo, hay que desmenuzar y comprender cómo se vivencia este circo romano, paradójicamente, “moderno”. Basta aproximarse a una esquina tomar “la micro”, vocablo propio de nuestra sub cultura urbana, que nos deja entrever que desconocemos los cultismos latinos y que nunca conoceremos y apreciaremos nuestra lengua en sus maravillosos matices, pues causa una verdadera conmoción y aberración escuchar frases como ésas cuando conoces que su etimología alude en primera instancia a un sustantivo masculino, como lo es “microbús”, que además se torna todo un apócope. No obstante, lo medular, no es centrarse en el habla chilena en estos momentos, sino comprender la metáfora planteada en un comienzo.
Pero me valdré para no alejarnos tanto, del ejemplo señalado, ya que justamente los romanos no se encuentran diametralmente opuestos de nosotros, pues palabras en el habla común y una infinidad de raíces lingüísticas se las debemos a ellos, por ende, no es del todo descabellado plantear que nuestra actual visión de mundo se puede asemejar a la de un circo romano. Remontémonos e imaginemos un día común y corriente en esta vertiginosa ciudad, que como el de todo ciudadano medio empieza dirigiéndose a su trabajo. He aquí un punto común en nuestra cosmovisión moderna de progreso, que ya no se reduce a una mera subsistencia, sino que siempre estamos en la búsqueda de un mejor status. Posteriormente, después de una ardua jornada laboral aquel personaje se dirige rumbo a su hogar, donde vivirá su batalla épica, ya que luchará con una serie de monos amaestrados que intentan subir a una lata de sardinas en un espacio equivalente a menos de un metro en su cubículo, valiéndose de sus destrezas físicas y verbales para lograr su objetivo, baste recordar las proezas que en ambos casos se producen, pues en más de una ocasión he escuchado un curioso improperio que va del “hueón” hasta el “conchasumadre”, que a su vez se le suman unos movimientos paraverbales que intensifican aquella verborreicidad. De partida, respecto a lo anterior es interesante analizar el fenómeno que se produce de cómo una palabra se ha incorporado hasta tal punto en el habla corriente, que a veces se torna sustantivada, otras adjetivada e incluso posee conjugaciones verbales. Baste el ejemplo de: “hueón”, que en primera instancia ya no hace alusión a un saco de huevos, que sería “huevón”, como existe boludo en Argentina, por ejemplo, que por otro lado a nivel sintáctico es interesante aquella sustantivación que recae en “hueón”.
Lo señalado con anterioridad es una nueva equivalencia con nuestro grandilocuente circo romano, pues no podríamos esperar que a un espectáculo del vulgo, nótese la derivación en la actual palabra “vulgar”, nos encontrásemos con un Cicerón o un Ovidio, sino que simple y llanamente asistían a aquellos espectáculos principalmente gente de la plebe, lo que no quita que no asistieran personas de la alta nobleza. Pero lo trascendente se encuentra en que justamente aquellos individuos no hablaban el latín cultivado, sino que eran tan ingeniosos como los actuales monos amaestrados. Por otro lado, es menester que regresemos a nuestro hipotético caso de aquel ciudadano medio, puesto que éste desea llegar finalmente a su destino, que es su hogar, anhela al fin descansar. No obstante, esto no será así, ya que cuando procure vivir una reunión familiar post once, ésta inevitablemente irá acompañada de nuestra mejor amiga, “la televisión”.
Analizar a nuestra querida amiga, es complejo, lo que no se debe precisamente a su contenido intelectual. En efecto, en promedio tipo 8 pm, los canales de la televisión abierta conjuntan su programación para mostrarnos telenovelas, lo cual me evoca géneros tan antiguos como lo son la comedia y la tragedia greco-romanas, que en innúmeros casos sobre todo en la hermosa ciudad ateniense de Grecia antigua, eran exhibidas al público general en las dionisiacas (festividades al Dios del jolgorio y la vendimia). Lo precedente es otro rasgo más que nos vincula con nuestros sub estimados amigos de antaño.
Finalmente nuestras libaciones y hecatombes culminan aquel día con el noticiero habitual de las 9 pm, donde nos deleitaremos con las temáticas de costumbre, muertes por doquier, como verdaderos gladiadores, asaltos, robos a mano armada, guerras al estilo de lo que fue la gran Batalla del Peloponeso y así una sucesión de noticias que en el último cuarto se abocan a encantarnos con el apasionado fútbol, cuyo estadio y forma de éste, se lo debemos también a nuestros camaradas romanos y su bien estipulado Coliseo. Así que amigos míos, los invito a seguir siendo partícipes de este circo romano y si aún no lo han vivido, nunca han permanecido un día en Santiago.
Si te subes una micro más preocupado del fenómeno lingüístico jergal que del dolor de los semblantes cansados de quienes lo pronuncian... lamento decirte que o eres un robot o estás muerto.
ResponderEliminarHay algo vivo e infinitamente doloroso en el mundo que está allá afuera y hoy en especial me duele mucho leer tu comentario y darme cuenta de que no lo has visto.
Lo siento.
o xamixx esos de arriba no se si saben o no pero = fue cuatico el comentario en fin saludos man espero que estes feliz en lo que hases y eso te deseo lo mejor amigo un gran abrazo
ResponderEliminarLUXO MAN
PD: tengo algunas criticas jajaj XD
Al texto le falta MUCHA edicción. La pseudo corriente de la conciencia no está bien lograda, y es un recurso para la narrativa, no para este tipo de texto que intenta ser crítico. El texto se aleja cada vez más de la idea que plantea el titulo y la sopa de argumentos que no se desarrollan a lo largo de el simplemente mustran ganas de parecer un intelectual, al que sinceramente, le falta mundo.
ResponderEliminarEs un vómito de erudición. Nada más que eso. La idea no se justifica en momento alguno ni se argumenta en absoluto.
ResponderEliminarA veces hay que hacerse cargo de lo que uno pretende hablar.
Por lo demás, la crítica es bien clasista, y ni siquiera está bien lograda.
No creo que reflejes muy bien a Santiago si te muestras tan distante y diferente a los que somos 'monos amaestrados' y que vivimos el día a día en esta ciudad. La rutina que describiste perfectamente pudo ser la tuya.
ResponderEliminarLos términos lingüísticos sobran completamente en una narración que, si bien intenta establecer la analogía Santiago/Circo Romano, termina siendo una visión pesimista de un lugar que tiene más misterios de lo que crees. No dejas de mostrarte superior al resto.
Por fa, si vas a publicar algo revísalo mil veces antes para así lograr una secuencia argumentativa como corresponde.
a tu texto le haca falta chocapic
ResponderEliminarEn primer lugar, cabe considerar que cada crítica será bien recibica, sin embargo, hay ciertas precisiones que cabería hacer respecto a ciertos puntos particulares, ya que en sí depende de cómo ésta se aborde.
ResponderEliminar1.- En realidad, el presente texto no pretendía ser una visión acabada de Santiago si es que se puede sentir de ese modo, al contrario, es sólo una visión personal sobre determinados hechos, analizados desde un ámbito más cercano a mi campo de estudio, que es la ling. No obstante, no quita que se puedan hacer estudios soociológicos, psicológicos, filosóficos o escribir historias cotidianas de Santiago, pues todos tenemos algo que contar. Pero (OJO), cada cual posee una visión sobre esta ciudad, todas son respetables, nadie nunca tendrá la razón absoluta, todos formamos parte de ella, la construimos entre todos.
2.- A veces la crítica puede ser amarga, pero al menos es la que nos pemite exaltar y sacar lo mejor de nosotros, espero personalmente que se llegue a críticas constructivas sobre esta ciudad. Obviamente posee muchos matices, así que ojalá podamos ser ciudadanos interesados por lo que nos acontece y hacer algo por remediarlo, estar ahí, ser agentes de cambio.
3.- En cuanto a la estructura del texto, será algo que tendré en cuenta para una próxima ocasión, sin embargo, este texto es una reflexión más que un artículo crítico en sí mismo, por consiguiente, no me ceñí a una estructura particular. (Ojo con eso).
Don Jose:
ResponderEliminarSolo debo decir una cosa:
Esta bien reflexionar sobre lo que a uno se le de la gana, y cada uno esta en su legitimo derecho de hacerlo y expresarlo como quiera.
El "como" es tu principal problema, porque, ademas de hacer unas comparaciones bastante burdas sin nada muy sorprendente ni nada que un "mono entrenado" no pueda pensar, lo haces de una manera en la que sobran palabras y terminos rebuscados y cosas que al final no añaden nada mas que informacion de cuan "letrado" es el autor.
Entonces reflexiona sobre esto: poseer informacion no significa nada, tal vez sea reflejo de las oportunidades que has tenido en tu vida; cualquier persona con 2 neuronas puede retener suficiente informacion como para producir un texto de esta calaña. Usa mejor tus conocimientos, aplicalos de una manera interesante y no los vomites sobre el lector... es francamente desagradable.
Eso
Ojala mejores
José Patricio es tan postmo para responder a una crítica
ResponderEliminarAlgo así como Werther y Baldomero Lillo...
ResponderEliminarCUÁTICO Y DESESPERANTE!
Mejora eso... a veces el exceso de "palabras bonitas" molesta y le quita la seriedad que intentas darle
Saludos!