Sé libre como el viento, levántate y ondula en tu flamígero desvelo
Rompe las frágiles ataduras terrenales,
Eleva tus alas hacia el cielo y gorjea para que vengan mejores tiempos
Cuya hermosura se plasma en cálidos y llameantes anhelos
Desmigajados en trocillos desperdigados de espejo
Donde afloran bermellones gotas devoradas por sedientas sanguijuelas
Que proclaman a gritos consumir el corazón de Ícaro sumido en desconsuelo.
Vuela tal águila furtiva hacia un objetivo sin fronteras
Bátete contracorriente en la tempestad de la vida
Lucha salvajemente en delirios de pasión
Asiendo por los brazos el suspenso cruel de la razón
Que invade los llanos del abismo que se dicen verdaderos y prístinos,
Sumérgelos en los mares de la locura, estado insigne que nos hace libres
En las vanas esperanzas inmundas de la soberana suciedad social.
Cruza las costas de los valles, navega surcando los bellos mares
Atraviesa el mundo y deléitate con los saboreados sinsabores que en tu camino encuentres
Observa panorámicamente la naturaleza de la muerte,
Que se consume acompasadamente en la desfachatez del destiempo
En un ir y venir incesante que nace en el ocaso y desfallece en el cenit
Así aléjate ¡oh espíritu errante! Y fórjate tu propio destino cual azor, bien te digo.
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