Olvidar no es dejar de sentir, ni amar
No es el eclipse de la memoria, ni el fin de los sueños
Es la muerte en vida, es la detención de tus latidos
La esquizofrenia de vivir el mismo día mil veces
Y no recordar el sol del amanecer
La sonora lluvia del atardecer
Y la luna naciente del anochecer.
Olvidar es ponerle una persiana a tus ojos
Es estancarse en los límites del tiempo
Es caer en la fragilidad del silencio
Es ser un hombre autómata
Que no vive los miedos del pasado
Y la incertidumbre del futuro
Es la felicidad pura, el sinsentido de la vida.
Olvidar es no disfrutar los momentos vividos
Es ser una mujer sin caminos ni ideales
Es ser un insensible hombre desapasionado
El olvido… el olvido…
El olvido eres tú.
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