Mi vida me arrebatas, coges, aniquilas
Tu ser me llama, me anhela, me necesita
Mi alma yace cautiva en los deseos de tu mirada
Tus pensamientos me corresponden, me piensan, me aman
Mi cuerpo tiembla ante tu andar sensual y prohibido
Mis ojos te observan y descubren tu indiferencia
Tu boca clama una señal de correspondencia
Tu sonrisa silenciosa esboza una pasión sibilina
Tus labios bosquejan la fogosidad que deseamos
Mi corazón palpita hasta la extenuación de sus latidos
Mi esencia te pertenece con certeza y sutileza
Mi amor cada instante se vuelve pasión y viveza.
Pd: Este poema fue escrito hace dos años atrás, sin embargo, ahora lo subo con algunos cambios y juegos de palabras incorporados, manteniendo a veces su tinte –para bien o para mal- un tanto barroco con dejes románticos, iniciante generalmente para los poetas de todas las generaciones.
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