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Mortal pescado volador arremolinado. (Cadáver exquisito).




Mujer de labios otoñales de ardiente pasión
Pero no, desafortunadamente, quizás ni siquiera el día.
Cada cuarto sucumbe con la llegada del obispo
Liberando los sentidos.

Naturales cadencias infernales en sonoros latidos invernales
Y pudiendo siempre ser mejores.
Antaño las pequeñas luces habrían tenido más valor
Embargando al corazón

Podrido de resentimiento y rencor
Pero sin escatimar jamás su amor.
Cada nota mitiga mi dolor
Desaparece el calor

Fuego y miedo a tenor de una canción
Girando repetidas veces en la misma palangana estúpida,
Concordia entre lo inefable y lo impertinente
Sigo aquí cual invasor

De pasos furtivos alacraneando en las arenas temporales
Siempre amarrados a la cueca huracanada de la física cuántica
Yace por entera en el suelo esparcida
En espacios infinitos

Como presentimientos apocalípticos intensamente crípticos
En unos pequeños frasquitos llenos de cosas graciosas.
Antaño mi curiosa mirada solía perderse en el insondable abismo de pretenciosa vaguedad.
Yace aquí el cadáver exquisito.


PD: Este poema, surgió de la imagenería poética y co-autoría de cuatro jóvenes el año pasado, repitiendo ingeniosamente el procedimiento surrealista conocido como Cadáver exquisito, donde cada escritor (poeta), escribe un verso sin conocer el escrito anteriormente, cuyo resultado poético se da a conocer hacia el final de la obra:


Inti Malai Perdurabo.
Nicolás Mora Vásquez.
Pablo Silva Mac-Evoy.
José Patricio Chamorro. (Literato Azul).

Comentarios

  1. Mínimo citar a los otros tres coautores, no crees?

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  2. los últimos 4 versos de cada parrafo parecen tener coherencia xD

    Liberando los sentidos.
    Embargando al corazón
    Desaparece el calor
    Sigo aquí cual invasor
    En espacios infinitos
    Yace aquí el cadáver exquisito.

    excelente juego surrealista ^^

    ResponderEliminar

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