“El tipo de las papas fritas”, así quería comenzar este relato, pero sinceramente no sé cómo partirlo, no sé si hacerlo in media res, in extrema res o ab ovo, pero lo único que sé esta vez es que quiero escribir lo que nos pasó con mi amiga del departamento, ya que teníamos ganas simplemente de ir a comprar algo para comer a estas horas de las noche, pues personalmente tenía un poco de hambre, tan sólo un poco, así que me decidí a acompañarla y juntos fuimos a ver qué nos ofrecía Ñuñoa, pasamos por fuera de unos cuantos locales y ahí no encontramos nada que nos gustara y menos aún para degustar, hasta que llegamos donde habitualmente suelo comprar hamburguesas, es decir, en un local que queda al frente de la facultad de humanidades de la Chile , apenas entramos con mi amiga no parábamos de reírnos y el tipo que nos atendió –que ya me conocía- me quedó mirando, no sé por qué razón, sólo sé que él tenía dos piercings, uno en la punta de la lengua y otro en la oreja, quizá aquello era indicio de algo o tal vez no, quién sabe, pero luego me miraba, también a mi amiga, nos escuchaba reír, luego me volvía a mirar, con mi amiga conversamos entre nos y llegamos a tres conclusiones; la 1ª, pensaba que mi amiga y yo éramos pololos y que por ello andábamos tan contentos, la 2ª, es que le quedé gustando y me coqueteaba con la mirada, sobretodo cuando le dije unos comentarios seximente o simplemente que le gustó mi amiga, simplemente no lo sé, sólo nos pareció extraño, aunque a estas alturas ya nada me extraña, todo me parece común, hasta normal diría yo, la homosexualidad está a flor de piel ahora y la heterosexualidad es otro cuento, al fin y al cabo, tanto hombres como mujeres quieren sexo igual, ja, ja! Hoy fue un día de risas que van y otras que vienen.
A lo largo de la historia nos encontramos con diversas sociedades, cada una de ellas con rasgos distintivos, de este modo distinguimos unas más tolerantes y otras más represivas. No obstante, si realizamos un mayor escrutinio, lograremos atisbar que en su conjunto poseen patrones en común, los cuales se han ido reiterando una y otra vez en una relación de causalidad cíclica, que no es más que los antecedentes y causas que culminan en acontecimientos radicales y revolucionarios para la época, los que innumerables veces marcan un hito indeleble en la historia.
Lo anteriormente señalado ha sido un tema recurrente en la Literatura universal, cuyos autores debido al contexto histórico en el cual les ha tocado vivir, se han visto motivados por tales situaciones y han decidido plasmar en la retórica sus ideales liberales y visión en torno a aquella realidad que se les tornaba adversa. Un ejemplo de ello es el microrrelato “La Hormiga”, cuyo autor es Marco Denevi, del cual han surgido
yo también quiero que me mires seximente
ResponderEliminarquiero que me mires seximente (8)
quiero simplemente, por ejeeemplo, que untes tu mayonesa en mi papa frita seximente.
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