Mi
alma vaga errabunda por la plaza de armas de Santiago de Chile, sólo llevo
conmigo mis libros, mi bolso y mi educación, el lápiz con el cual escribo en
estos momentos es como una pluma sutil que me permite darle rienda suelta a mi
escritura y pensamientos. Mi cuerpo está sentado en una banca, no obstante, mi
mente divaga hacia el horizonte, observando el revoloteo de las palomas, el
revoloteo de las personas, su automatismo; en este preciso instante me pude
encontrar tan sólo un artista, que se sentía vivo en medio de tantos muertos,
todo lo cual se corresponde con el automatismo de las personas en su
generalidad, el no detenerse a contemplar su entorno, ni si quiera aproximar su
mirada a los árboles, a las esculturas, al simbolismo mismo. Por otra parte,
hay dos personas que me observan detenidamente, tan sólo ven que estoy escribiendo,
sin embargo, no dimensionan mis pensamientos. Posan su mirada en mí con cierta
curiosidad, pero yo me hago el desentendido, el que no se ha fijado en el hecho
mismo de ser observado. Es extraña aquella sensación, ¿Qué podrían querer dos
personas observándote en una plaza de armas? Las alternativas pueden ser múltiples,
uno nunca sabe, pero sí pueden anticipar determinados pensamientos.
En el presente trabajo, se pretende realizar un análisis comparativo entre las obras literarias Macbeth, cuya tragedia pertenece a Shakespeare y, Macbett, referente al teatro del absurdo de Ionesco, que es una parodia de la obra creada por el primer autor. Sin embargo, cabe destacar, que me centraré fundamentalmente en las características intrínsecas de las obras, más que en el contexto de producción, puesto que el presente, se aboca al establecimiento de una analogía entre el personaje “Lady Macbeth”/“Lady Macbett”, de quien referiré rasgos de índole psicológica, por ende también se hará alusión a sus pasiones y motivaciones, cuya incidencia en el desarrollo de las obras, es de suma relevancia, destacando ciertos atisbos de transgresión que se cometen en ella, en relación al orden natural de los hechos y, del mismo modo, las transgresiones de género que nos presenta este personaje. En primer término, efectuaré un análisis de los parlamentos que Lady Macbeth, enuncia en la obra
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