La noche se
desvela lumínica, estática e infinita
Dos astros
atraviesan las nubes del mañana
El frío
acecha cada parte de mi ser, lo sustrae para sí
Me embargan
sentimientos profundos, un fuego estatuario
Arden
intensas llamas en mi pecho, fulgurecen
Me enamoro
en el ocaso del atardecer, poetizo los espacios
Le canto a
la vida y a la muerte, también a la soledad
Las
palabras reverberan en mi mente, me cautivan, te cautivan
El barco de
los recuerdos permanece frente a mis ojos
Me recuerdan
tu presencia, hoy siento tu ausencia
Pudimos
haber vivido juntos una eternidad
Hoy sólo
son palabras que lanzamos al viento y besos perdidos
Me
cautivaban tus silencios, tus quiero y tus no quiero
Hoy me sumerjo
en el recuerdo de tus sueños
Consumo páginas
de libros en mi memoria
Las hago
mías, las deshojo como pétalos de rosas
Siento cada
pensamiento como si fuera mío
Lleno mi
pecho con lirios y recuerdos del ayer
Mañana no
habrá rosas, sino violetas
Tu cuerpo
es como una magnolia, tus pechos son dos cerezas.
Comentarios
Publicar un comentario