Ir al contenido principal

Pensamientos cotidianos en una tarde/noche de verano.




*En cada momento, en cada segundo y en cada instante tomamos decisiones, el conjunto de ellas constituye una determinación clave que puede cambiar el curso de nuestra vida y existencia.

*Aborrezco los convencionalismos en las personas, de hecho éstos nos coartan en la mayoría de los casos, nos quitan la libertad anhelada, el vivir y ser en sociedad muchas veces es una encrucijada y batalla que hay que ganar a diario.

*La tendencia masculina es a la posesión sobre el género femenino, en más de una ocasión he observado rasgos de marcada territorialidad en el hombre hacia la mujer, ya sea poniendo su mano por sobre el hombro de ella, así como diciendo: Esta mujer es mía, sólo mía y de mi propiedad. Del mismo modo a veces me sorprende que vez que cruzas la mirada con alguien ésta la aparta y la baja, a veces la llamarada y fuerza que ocultan los ojos refleja la potencia del alma.

*Cuando dos personas se cruzan en un camino sin conocerse, la tendencia es si esta persona posee rasgos físicos superiores a los tuyos, es a que te asustes, más aún en nuestra sociedad donde cuesta ganarse el sustento diario y cuando menos te lo imaginas, alguien pueda lastimar a quién más quieres, a través de la violencia, asaltos o simplemente por la prepotencia física, aunque cabe señalar que atraemos a nuestra vida sólo aquello que deseamos consciente o inconscientemente.

*El afán de grupo y la cohesión social hace que cuando estamos acompañados aparentemos más que cuando nos encontramos solos, existe una mayor osadía, lo que se da tanto en hombres como en mujeres. Hoy me tocó observar a un joven que iba con un par de grados de alcohol en el cuerpo, señalándome que estaba capeando el calor, en fin, cada cual sabe qué hace con su vida, yo sólo asentí con la cabeza y dejé que esa persona se sintiera bien y siguiera su camino.

*Un día escuché a una señora decir que cortar el pelo era como cuidar plantas, cada cual tiene sus metáforas cotidianas.

*El amor y la experiencia amorosa nos condiciona a vivir junto a aquel ser que amamos, pero el amor no es verdadero cuando las condiciones que impone limitan la libertad de tu pareja.

*Despertar a la vida adulta es aceptar los convencionalismos sociales, darte cuenta que siempre hay otro a tu lado y que debes respetar su espacio, así como el tuyo de igual modo debe ser respetado, todos cumplimos roles sociales, la vida es como un teatro, como dijo el maestro Shakespeare.

*Una vez escuché en una oportunidad una frase muy pícara dicha por una persona de campo; me señaló que la vida era como un gallinero. Aluciné con esa comparación que poseía dejes de metáfora, ante lo cual procedí a preguntarle, a qué se debía, fácil me explicó: El que está más arriba siempre caga al de más abajo.

*El pensar occidental v/s la concepción de pensamiento oriental, nos muestran dos caras de una misma moneda, dos instituciones sociales que han gobernado el mundo milenariamente.

*Sobre la paradoja del individualismo social: Vivimos en una sociedad donde todos estamos solos y el único momento verdadero en el cual estamos acompañados o al menos creemos ilusoriamente estarlo, es cuando nos enfrentamos a alguna convención social, pero en definitivas cuentas, todos somos solos en el mundo.

*Todo pensamiento conduce a la acción y una forma de pensar arraigada constituye una personalidad individualizada, algo así como un ideologema o ideología. Por otra parte, cada acción y decisión que tomamos, repercute en nuestra vida, la altera, la cambia.

*El otro día tras escuchar y leer en relación a la algarabía del 2012 y el fin del mundo, pensé, ¿Si es que el fin del mundo llegara mañana, qué querría o me faltaría hacer? Simplemente me respondí, en la vida hay que experimentar de todo, eso es la esencia del vivir, las experiencias en sí mismas, ya sea a través de libros, en el trato cotidiano, de la naturaleza y su creación o de las personas en sí mismas. La vida es cíclica, nacemos, nos desarrollamos y morimos, somos seres mortales, pero querámoslo o no, en la medida que vamos viviendo, la sociedad nos contamina con sus pensamientos.

*¿Acaso podemos vivirlo todo? ¿Es acaso la vida un absoluto o es una experiencia relativa?

Comentarios

  1. Yo creo que nuestra experiencia es relativa José, sujeta a nuestras percepciones..podemos vivirlo todo? es relativo (xd) yo pienso que a veces tan intensamente que podemos creerlo así..

    Melissa.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

"La Hormiga", Marco Denevi (1969).

A lo largo de la historia nos encontramos con diversas sociedades, cada una de ellas con rasgos distintivos, de este modo distinguimos unas más tolerantes y otras más represivas. No obstante, si realizamos un mayor escrutinio, lograremos atisbar que en su conjunto poseen patrones en común, los cuales se han ido reiterando una y otra vez en una relación de causalidad cíclica, que no es más que los antecedentes y causas que culminan en acontecimientos radicales y revolucionarios para la época, los que innumerables veces marcan un hito indeleble en la historia. Lo anteriormente señalado ha sido un tema recurrente en la Literatura universal, cuyos autores debido al contexto histórico en el cual les ha tocado vivir, se han visto motivados por tales situaciones y han decidido plasmar en la retórica sus ideales liberales y visión en torno a aquella realidad que se les tornaba adversa. Un ejemplo de ello es el microrrelato “La Hormiga”, cuyo autor es Marco Denevi, del cual han surgido

Ensayo, “Los chicos del coro, una película que cambiará nuestra mirada hacia la pedagogía”.

En la película, los chicos del coro, vemos una realidad de un internado ambientado en la Francia de 1949, bajo el contexto de la posguerra. Esta institución se caracteriza por recibir a estudiantes huérfanos y con mala conducta, que han vivido situaciones complejas en términos de relaciones interpersonales, pues muchos de ellos han sido abandonados o expulsados de otras instituciones. Con el fin de reformarlos el director del internado Fond de I’ Etang (Fondo del estanque), aplica sistemas conductistas de educación, sancionadores y represores como encerrarlos en el “calabozo”, una especie de celda aislada cuando se exceden en su comportamiento. Sin embargo, la historia toma un vuelco con la llegada de Clément Mathieu, músico que se desempeña como docente y quién aplicará métodos no ortodoxos en su enseñanza los que progresivamente irán dando resultados positivos en los chicos.                 Respecto a las temáticas que se abordan en la película, por un lado resaltan los a

La taza rota.

Esa noche había llegado tipo diez, hacía un clima enrarecido, hacía frío, pero sentía calor, quizás no era el tiempo, tal vez era yo, no lo sabía, pero algo pasaba y si bien hasta cierto punto todo parecía normal o aparentaba serlo, algo había cambiado. Llámese intuición, dubitación o sospecha, en aquella casa a la que llegaba a dormir sucedía algo que había desestabilizado y quebrantado la rutina, no era sólo que mi mundo cambiase, sino que la realidad hasta cierto punto superaba la ficción, el tiempo ya no parecía correr a pasos agigantados, sino que incluso se detenía en estática parsimonia, para lo que sólo me bastó observar el reloj que se encontraba en la pared, en la esquina opuesta a la puerta de entrada a la casa y, efectivamente, las horas y minutos en aquel reloj no avanzaban, sino que las manecillas se habían paralizado de por vida, lo pensé unos instantes y no había explicación para ello, salvo que se hubiese quebrado, caído o algo por el estilo, en fin, lo consideré só