La realidad, ¿Qué es? Es una relación entre
quién experimenta la vida, su propio mundo, cosmovisión, a partir de sus
propias circunstancias y forma de convivir en un espacio/tiempo determinado,
por ello la realidad dependerá del vivenciante, es decir, el sujeto que vive en
aquella relación de yuxtaposición de espacialidad y temporalidad, ¿pero qué
pasa cuando la realidad nos consume, cuando nuestro propio momento histórico
nos agravia en una incomprensión incorrespondida? A veces el vacío existencial
me consume, los objetos son entes inanimados que sólo cobran vida al
interactuar con seres animados, por ello toda relación objetual me parece
vacua, vacía en sí misma, sin la presencia física de alguien con quién
compartir momentos, circunstancias, en un espacio y tiempo común, donde la
materialidad de los instantes, cobre vida en sí misma. Una casa, es una
construción solidificada en cimientos de escombros si no hay quién la habite,
una taza de café es un mero objeto sin un uso aparente,sin alguien que la
nombre y le da la utilidad que es pertinente a su materialidad.
La
vida es más gozosa y dichosa. Si hay otros seres con quiénes podamos compartir
la belleza estética de la existencia, el ideal placentero de contemplar la vida
como una obra de arte, con una significación propia, cuyo significante esté en
un continúo impulso en el flujo hacia la idealización objetuada. Venimos al
mundo, somos dados a luz, para forjar nuestro propio camino, que dado los
momentos en que nos toque vivir y dependiendo de qué hagamos para mantenernos
vivos, se concretiza el ser de nuestra existencia, vale decir, somos en tanto
hacemos, pensamos, actuamos y sentimos. Somos un complejo holístico de
experiencia y sensaciones, cuyo acercamiento epistemológico a la vida, dependerá
de si somos agentes o pacientes respecto a ésta, con ello me refiero a si es
que dejamos que la vida nos pase por encima o tomamos las riendas de ésta. Una
realidad agenciada, será epistemológicamente distinta, a una realidad paciente,
que puede ser meramente receptiva o involucrar gradaciones sensitivas.
La
felicidad es otro estado transitorio en la que el sujeto vivenciante, tiende a
una positividad aparente, que involucra sus propias circunstancias. La
felicidad es un estado que nos puede encumbrar un día y al siguiente, dejarnos
a la deriva de la vida, con amplias posibilidades de decaer a las profundidas
del abismo existencial.
José Patricio Chamorro, 07/10/2013,
Santiago de Chile, Ñuñoa.
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