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Los tormentos del escritor.


La escritura me arrebata los instantes, me cautiva lentamente

Me sobrelleva a espasmos irregulares y cadencias licenciosas, premonitorias

La fuerza de la palabra enclaustrada arremete mis versos

Se poseen en encrucijadas verbales los abismos de la memoria

Lo que fui se desvanece para ser lo que no fui y lo que quise ser

Mis manos que abrazan tu silueta, recuerdan tus insinuaciones

Tu cuerpo es frágil y mis besos te aprisionan en un prófugo amor

Letanías menguantes de un porvenir próspero ante la soledad infinita

Se conjugan como verbos de una lengua universal en un poema de clepsidras

El tiempo es ese infame moribundo de promesas vanas y tormentos vacíos

¡Oh sentimientos, no me juzguéis! Solo me hallo frente a ustedes

Que desnudan mis carnes y acribillan mi existencia

Tristezas fueron los delirios de una vida en mentiras carcomidas

¿Qué fue de la verdad, sino vil misericordia?

Infame y corrupta como esta sociedad malsana de prejuicios inverosímiles

¿Qué fue de la primavera de la vida? Sólo hojas resecas en agonía.



                                               José Chamorro, 17 de julio del 2016.

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