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La presencia de las Vanguardias en la poética Lorquiana. (Universidad de Chile, II semestre 2013)

Descripción: logoFACSO.jpgFacultad de Filosofía y Humanidades           Prof. Dr. Andrés Morales Milohnić

PROFESOR AYUDANTE:                         Mag. Patricio Henríquez Lorca
Universidad de Chile
Departamento de Literatura Española               Alumno: José Patricio Chamorro.
Santiago 2013


La presencia de las Vanguardias en la poética Lorquiana.

Asignatura: Seminario Literatura de La poesía de Federico García Lorca


Dedicado a mi Estadía en Santiago por cuarto año consecutivo, a mi familia y con quiénes he tenido la dicha de cruzarme en su camino.
            Descripción: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/fotos/garcia_lorca_1.jpg         Federico García Lorca a los 18 años


Introducción

Hablar de Lorca, sin filiar su escritura al contexto de su época, a la vorágine social, cultural y política de su tiempo y cómo éstas se manifestaron y expresaron a través del arte de vanguardia, es desconocer los influjos que éstas tuvieron en su propia escritura, cómo adoptó sus técnicas y cómo se relacionó con sus máximos exponentes y cómo su poesía tuvo un antes y un después, además de qué aspecto escogió y rescató de cada una de ellas, para constituir una que fuese única. “La gran mayoría de los estudios en torno al libro Poeta en Nueva York (1940) de Federico García Lorca abundan en la idea que este es un texto influenciado, fundamentalmente, por la vanguardia surrealista. Olvidan que este poemario ha de considerarse como un verdadero "crisol" de la avant garde donde confluyen una buena parte de los movimientos vanguardistas de la época. Filiar este libro como un sucedáneo surrealista es sólo es limitar el extraordinario esfuerzo ( y la emoción extraordinaria) que García Lorca imprimió en sus páginas.”[1] Es precisamente, escudriñar en aquel crisol, la idea de escritura de este ensayo, desentrañar en qué medida y a qué nivel o capa textual van apareciendo, imágenes, juegos retóricos, literarios y lingüísticos, que nos permitan captar la esencia de las vanguardias en la poesía lorquiana.


Corpus y desarrollo de la investigación.

Poemas de la soledad
en University Columbia.


Vuelta de paseo

“Asesinado por el cielo,
entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.

Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.

Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.

Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero.

Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!.”[2]

Análisis del poema: En el poema anterior, se aprecia todo lo contrario a lo que se podría pensar de la naturaleza, ésta ya no es vida, armonía, quietud y esperanza, más, al contrario, el cielo recibe la personificación de ser un asesino, una especie de Dios cruel capaz de acabar con la vida del hablante lírico. Los animales, también reciben esta trágica muerte, pues tienen la cabeza rota y el agua, elemento vital, se encuentra putrefacta, es un agua harapienta, un agua, al fin y al cabo, de desecho. El cansancio también es personificado, es sordomudo, al igual que la naturaleza, se nos presenta como materia imperfecta, es esta imperfección el eje e hilo conductor que dirige este poema, para finalizar con la mariposa, símbolo de la libertad, de la creatividad, de la poesía y por qué no decirlo, del poeta/escritor,que no es nada más que otro ser vivo que ha muerto en medio de este mundo hostil, así en la muerte de la mariposa, se personifica la agonía estertórea del propio poeta.


“Debajo de las multiplicaciones 
hay una gota de sangre de pato. 
Debajo de las divisiones 
hay una gota de sangre de marinero. 
Debajo de las sumas, un río de sangre tierna; 
un río que viene cantando 
por los dormitorios de los arrabales, 
y es plata, cemento o brisa 
en el alba mentida de New York. 
Existen las montañas, lo sé. 
Y los anteojos para la sabiduría, 
lo sé. Pero yo no he venido a ver el cielo. 
He venido para ver la turbia sangre, 
la sangre que lleva las máquinas a las cataratas 
y el espíritu a la lengua de la cobra. 
Todos los días se matan en New York 
cuatro millones de patos, 
cinco millones de cerdos, 
dos mil palomas para el gusto de los agonizantes, 
un millón de vacas, 
un millón de corderos 
y dos millones de gallos 
que dejan los cielos hechos añicos. 
Más vale sollozar afilando la navaja 
o asesinar a los perros en las alucinantes cacerías 
que resistir en la madrugada 
los interminables trenes de leche, 
los interminables trenes de sangre, 
y los trenes de rosas maniatadas 
por los comerciantes de perfumes. 
Los patos y las palomas 
y los cerdos y los corderos 
ponen sus gotas de sangre 
debajo de las multiplicaciones; 
y los terribles alaridos de las vacas estrujadas 
llenan de dolor el valle 
donde el Hudson se emborracha con aceite. 
Yo denuncio a toda la gente 
que ignora la otra mitad, 
la mitad irredimible 
que levanta sus montes de cemento 
donde laten los corazones 
de los animalitos que se olvidan 
y donde caeremos todos 
en la última fiesta de los taladros. 
Os escupo en la cara. 
La otra mitad me escucha 
devorando, cantando, volando en su pureza 
como los niños en las porterías 
que llevan frágiles palitos 
a los huecos donde se oxidan 
las antenas de los insectos. 
No es el infierno, es la calle. 
No es la muerte, es la tienda de frutas. 
Hay un mundo de ríos quebrados y distancias inasibles 
en la patita de ese gato quebrada por el automóvil, 
y yo oigo el canto de la lombriz 
en el corazón de muchas niñas. 
óxido, fermento, tierra estremecida. 
Tierra tú mismo que nadas por los números de la oficina. 
¿Qué voy a hacer, ordenar los paisajes? 
¿Ordenar los amores que luego son fotografías, 
que luego son pedazos de madera y bocanadas de sangre? 
No, no; yo denuncio, 
yo denuncio la conjura 
de estas desiertas oficinas 
que no radian las agonías, 
que borran los programas de la selva, 
y me ofrezco a ser comido por las vacas estrujadas 
cuando sus gritos llenan el valle 
donde el Hudson se emborracha con aceite.”[3]


Lee todo en: 
New York - Poemas de Federico García Lorca http://www.poemas-del-alma.com/new-york.htm#ixzz2nsr8RC8U

Análisis del poema: En el extenso poema anterior, el tema central y no cabe duda de ello, es la muerte de los animales, la masacre de éstos, en una metrópolis que los hace agonizar. La relación entre las sumatorias aritméticas y la muerte de los animales es clarificadora. Por otro lado, Lorca, nos habla sobre su vivencia en New York, pues la naturaleza es la contrapartida a esta metrópolis, él no ve el cielo, sino que cemento, la ausencia de las montoñas y las añora, pues conoce su existencia. Nuevamente la cantidad, las sumatorias, entran en juego, un juego numérico de vida y muerte, son cantidades exorbitantes, que dan cuenta a su vez del consumo, de la sobrepoblación, que al ser tan populosa, la cantidad de la matanza es exabrupta. Pero Federico les habla a la otra mitad, a aquellos que conocen la libertad y pureza de la vida, quiénes respetan a la naturaleza, que les da la vida. La misma calle, es asociada metafóricamente al infierno, imagen que da cuenta del sentir del hablante de su estadía en aquella ciudad, es muerte, es la muerte provocada por los avances, por los automóviles.



Federico García Lorca  (1898-1936)

“La Aurora

La Aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.

The Dawn

The New York dawn has
four columns of mud
and a hurricane of black doves
that paddle in putrescent waters.
La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.
The New York dawn grieves
along the immense stairways,
seeking amidst the groins
spikenards of fine-drawn anguish.
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.
The dawn comes and no one receives it in his mouth,
for there no morn or hope is possible.
Occasionally, coins in furious swarms
perforate and devour abandoned children.
Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.
The first to come out understand in their bones
that there will be no paradise nor amours stripped of leaves:
they know they are going to the mud of figures and laws,
to artless games, to fruitless sweat.
La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.

The light is buried under chains and noises
in impudent challenge of rootless science.
Throught the suburbs sleepless people stagger,
as though just delivered from a shipwreck of blood.

(from Poeta en Nueva York)
[translated by Stephen Spender and JL Gili]”[4]


Análisis del poema: La aurora, que tiende a ser la claridad del alba y el comienzo de un nuevo día, comienza la jornada con dejes de desesperanza, pues se la presenta asociada al color negro, símbolo de la muerte, del fin, del ocaso de la vida, que asociada nuevamente a la pudredumbre del agua, es aquello que yace en la finitud, en la descomposición. Es un paraíso perdido, quizás más cercano a un infierno como se apreciaba en los poemas anteriores, el ruido y las cadenas sepultan la luz, es decir, le ponen fin a la libertad del alba, que ilumina al poeta.


Contextualización histórica y biografía del autor.

“El riquísimo universo del poemario escrito durante la estancia en Nueva York de García Lorca, Poeta en Nueva York (publicado póstumamente casi simultáneamente en México y Nueva York en 1940) es un ejemplo de la rica integración que un poeta hace de todos los medios, experiencias, sueños, fantasías, escuelas, estilos y lecturas. Demarcarlo, insisto, bajo uno o dos influjos es no reconocer su ancho y alto vuelo que supera, con creces, cualquier lectura que reduzca su inmensidad a algunos nombres esenciales para entender su arquitectura.”[5]

“se comprobará que Lorca utiliza algunas imágenes que pueden filiarse como surrealistas, reactualiza formas tradicionales (el romance, el soneto, las casidas y gacelas, etc.) o voces clásicas de la poesía española (Góngora, Lope, etc.) y dota a sus poemas de un contexto extraliterario tan importante que, a veces, es necesario conocerlo acabadamente para conseguir una imagen completa de la obra que se lee. El flamenco, la música clásica y popular, las nanas o canciones infantiles, el cine mudo, la pintura y el teatro de la época, la historia de España, las hagiografías de los santos populares en Andalucía, etc. son elementos que no deben considerarse como "secundarios" sino, fundamentales a la hora de revisar la "anatomía" -si cabe el término- de su obra poética.”[6]

            Sin duda alguna, la presencia de las vanguardias que más sobresalen son el surrealismo, expresionismo, cubismo literario y creacionismo, los que considerando y analizando marcas textuales y citas o pasajes presente en los textos de Federico, podrán ser descritos.                 
            “Los habitantes de Metrópolis -y de Nueva York- son multitudes que se desplazan como verdaderos zombies hacia o desde el trabajo a través de ascensores gigantes, autopistas interminables, escaleras sin fin y audaces rascacielos. La naturaleza es asesinada, expoliada y exhibida casi como una pieza de museo. La tradicional oposición entre naturaleza y civilización expuesta por Menarini y Del Río (9) adquiere tanto en Lorca como en Lang un sesgo apocalíptico que evoca la destrucción en pos del progreso de los sueños armónicos de un futuro promisorio.”[7]
“Relacionado con el punto anterior esta el tema de la robotización y de la suplantación del hombre por la máquina. En la cinta de Fritz Lang, María (que representa el amor, la justicia y la historia profética de la Torre de Babel como ejemplo destructor de la ambición humana) es reemplazada por una mujer robot que es realizada a su imagen y semejanza por Rotwang, el inventor. En este punto el director alemán nos plantea los peligros de la tecnología como una posibilidad de desplazar al ser humano por la máquina. Lorca no va tan lejos, pero si es notable su idea permanente del espejismo, de la falsedad, de la apariencia como un riesgo al que conduce la desenfrenada confianza en el progreso y en la automatización de la existencia. Si bien el poeta granadino no nos habla directamente de robots si plantea a los habitantes de la ciudad como verdaderos golems que, como se ha dicho, transitan por las calles en una interminable procesión de multitudes.”[8]

            [9]“Fuente Vaqueros, España, 1898 - Víznar, id., 1936) Poeta y dramaturgo español. Los primeros años de la infancia de Federico García Lorca transcurrieron en el ambiente rural de su pequeño pueblo granadino, para después ir a estudiar a un colegio de Almería.
Continuó sus estudios superiores en la Universidad de Granada: estudió filosofía y letras y se licenció en derecho. En la universidad hizo amistad con Manuel de Falla, quien ejerció una gran influencia en él, transmitiéndole su amor por el folclore y lo popular.

A partir de 1919, se instaló en Madrid, en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a Juan Ramón Jiménez y a Machado, y trabó amistad con poetas de su generación y artistas como Buñuel o Dalí. En este ambiente, Lorca se dedicó con pasión no sólo a la poesía, sino también a la música y el dibujo, y empezó a interesarse por el teatro. Sin embargo, su primera pieza teatral, El maleficio de la mariposa, fue un fracaso.
En 1921 publicó su primera obra en verso, Libro de poemas, con la cual, a pesar de acusar las influencias románticas y modernistas, consiguió llamar la atención. Sin embargo, el reconocimiento y el éxito literario de Federico García Lorca llegó con la publicación, en 1927, de Canciones y, sobre todo, con las aplaudidas y continuadas representaciones en Madrid de Mariana Pineda, drama patriótico.”


n  3.Marco teórico y metodología.

La metodología que emplearé para la investigación, será del tipo analítico-descriptiva, pues se tomarán fragmentos de poemas de la obra poética lorquiana Poeta en Nueva York, los cuales verso a verso se irán desgajando, dando cuenta de las temáticas y tópicos de este poemario, los que ya se dejan entrever, entre ellos, encontramos la sustitución del hombre por la máquina, agonía humana, la muerte de la naturaleza y la desconfianza en el progreso, devenida ya, por ejemplo,  desde el Futurismo de un Marinetti.



Conclusiones.
Mis conclusiones finales, las comenzaré aludiendo a una cita, que me parece imprescindible para darle materialidad al sentir de Lorca al momento de creación de esta magna obra que nos convoca, pues al igual como aquella metrópolis y cómo afectó su ánimo, la poética lorquiana, se erige como un parapeto ante aquellos millares de masacrados por una urbe que se planta por sobre lo belleza natural y prístina, que en definitiva, es símbolo del origen mismo de la humanidad: “Tras este éxito, Lorca viajó a Nueva York, ciudad en la que residió como becario durante el curso 1929-1930. Las impresiones que la ciudad imprimió en su ánimo se materializaron en Poeta en Nueva York (publicada póstumamente en 1940), un canto angustiante, con ecos de denuncia social, contra la civilización urbana y mecanizada de hoy. Las formas tradicionales y populares de sus anteriores obras dejan paso en esta otra a visiones apocalípticas, hechas de imágenes ilógicas y oníricas, que entroncan con la corriente surrealista francesa, aunque siempre dentro de la poética personal de Lorca.”[10] Lorca siempre tuvo una impronta personal, pero recogiendo de las influencias literarias del momento, aquello que le diera vida a su propia obra, escogiendo y diseccionando el material onírico, imágenes impactantes, que nos quedan grabadas en la retina tras leerlas y visualizarlas, lo que nos da los indicios de su maestría como poeta y cómo es capaz de imprimir en el lector, la fuerza y vitalidad de una poesía palpitante, no carente de sensibilidad en un mundo donde la fragilidad de un alma sensible es consumida por la robotización y maquinización.



[1] Metrópolis de Fritz Lang y Poeta en Nueva York de Federico García Lorca Andrés Morales Universidad de Chile.

[2] Poemas de la soledad en University Columbia.
[5]Ídem.
[6] Ídem.
[7] Ídem.
[8] Ídem. Pp. 8.
[10] Ídem.

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