sábado, 28 de abril de 2018

Un son poético para sonreír.


Vivir con fulgor de estío un rumor vigoroso de agua brava

Sentir un pensamiento como presagio de las horas

Instrumento de agua es la noche, se aproxima en sueños al porvenir

Se hace uno junto al vigia, su barca es velero de mares voraces

Un silencio parte del más allá, testimonio somos de su hondura

Inclemente, en ansias el tiempo se fuga en nocturnos poemas.


La noche es el acorde triunfal de la misericordia de la poesía en ciernes

Llama la duda a la severidad de la certeza,  se burla de su intransigencia

Ironía es tragedia, vivir un día sin crear es un absoluto paso perdido entre los sueños

¿Qué somos sino vestigios del ayer hecho memoria?



Haz de un respiro, un cauce de sensaciones al andar

Mira atrás y recoge recuerdos como pétalos en flor de nuestras huellas inconclusas

Pisa talones, entrechoca mundos nuevos,  sé la impropia silueta de tu figura, sonríe sin esperar nada a cambio.

Jueves 26 abril, Copiapó.
José Patricio Chamorro Jara.

Creado en el encuentro literario "La peña de los Parra".

domingo, 22 de abril de 2018

La levedad del tiempo.


Las manecillas del reloj avanzan inexorables

En giros inesperados se voltean de pies a cabeza

Un segundo es un mar de ausencias perennes

Una hora es un velero en altamar sucumbiendo a un naufragio

Huellas deambulan en tórridas aguas en desérticos valles de silencios

Un páramo abre los ojos,  te saluda invitándote a sentir

Los vigías se pierden en tesoros encubiertos por fantasmas del pasado

Un padre negro se bisloca en un terremoto,

Se salvan de la inminente muerte, mil almas prontas a vivir

Un ave en vuelo,  cobrizas sus alas se despliega bajo cenitales parpadeos luminosos
 
Alicanto es su nombre, devora los escombros a su andar

La noche cae,  desciende a los confines. Renace con vigor la ciudad de Copiapó.

10/ 22 abril 2018.
José Patricio Chamorro.
Copiapó,  región de Atacama.

sábado, 21 de abril de 2018

Hastío. (Recuperado del 21 abril 2014).


Hay veces que me hastío de que no se me comprenda, de aceptar órdenes impuestas, de tener que luchar con otros por vivir, que cada día sea una competencia, que los otros te traten como si no te conocieran, ser un nn, alguien sin nombre en esta vida.

A veces me hastío de tener que sacar la voz para ser escuchado, de tener que respetar al otro, cuando no hay respeto hacia tu persona, de callarme, silenciarme por el qué dirán, por lo que puede decir la gente, a veces me hastío de ser yo mismo, de ir por la vida como quién lo único que lleva consigo es su palabra, su decir, su escritura y su desnudez ante el mundo. A veces escribo de hastío, de sopor y de impulso que no puedo dejar, como si la vida se me fuese en ello, a veces escribo por rabia, por escapismo, para dejar algo de mí en este mundo, a veces me hastío de ser uno más, un significante en una cadena lingüística, a veces me canso de ser hombre, de tener ideales, pero jamás me cansaré de vivir, de estar en movimiento, de no parar, de seguir hacia adelante, de ver al otro a la cara, de dejar mi marca en cada lugar que he pisado.

domingo, 15 de abril de 2018

Deja vù.


Sueños crean realidades a su paso,  se hacen manjares en su presencia

Ella deseaba conjurar la vida más allá de la muerte y su memoria se hizo carne

Verbo era su gracia,  pureza el hilo de su inocencia infantil

Sabía de nombres ancestrales que recordaba en sonoros pensamientos

Fluía en vaporos nubarrones su fragilidad primera. Cálida nostalgia rozó su mejilla

A un vuelo de ave se quebró su cordura, mas nunca supo de sus desdichas.

Abrió un día las ventanas de su cuarto luminoso

En alba cantaron ruiseñores anunciando venidas

Nadie supo jamás su historia, ella atravesó el umbral de sus misterios
Asomada a la balaustrada pronunció el nombre del padre ausente

En febriles estados se perdió su razón,  mas su padre nunca regresó

Se fue aquella noche sin decir adiós,  hoy yacen juntos en paraísos de amor.

Nunca se reconoció en sus palabras; como rosa floreció en primavera

Preguntó mil veces por su padre,  mas nunca hubo respuesta.
Nadie nunca se explicó su demencia temprana

En sueños hablaba la niña en el alba

Si  una voz le hubiese hablado del padre,  nunca hubiese existido tal tragedia

La niña yacía dormida para no despertar,  bajo el balcón de su ventana en otoño.


José Patricio Chamorro Jara.
Copiapó,  región de Atacama.
15 abril 2018.

jueves, 12 de abril de 2018

Negra oscuridad con sabor a porvenir.


Espesa en la fragilidad de un sueño se duerme la noche

Amanece con bríos de otoño el alba virginal

Sus colores son frios como mil atardeceres echados a morir

En llanto rompen las siluetas, perdidas en horizontes se atribulan como la muerte

Su hondura es milagro de insurrección como malogrado pensamiento

Baila en danza la hora de las nostalgias, es un reloj sin cuerda con manecillas al revés

Se agita en tu mano un sentimiento sonoro en un corazón rutilado

Salvaje, esperpéntico se ahorca el hombre en el patíbulo de la soledad

Su cuerpo absorto de corrupciones atisba una diáfana mirada

Es el poeta que contempla el cadáver del tiempo

La poesía es un cementerio de rosas con sabor a porvenir.

José Patricio Chamorro Jara.
13 abril 2018, Copiapo, región de Atacama.

viernes, 6 de abril de 2018

Huellas frente al mar.


Atravesar el mar de punta a cabo como capitán sobre su barca

Tomar el timón como a la vida,  despertar de ensueños

Rumores lejanos hablan a tu oído, voces de naufragios claman

Del más allá esperan un alma ausente de los muertos

Bahía virginal en sus recónditos silencios, vaticinan oleajes al amanecer.

Me refugio en la paz del silencio y el oleaje del mar

Donde la felicidad es un aliento de vida que te embriaga de placeres

José Patricio Chamorro Jara.
Playa la virgen,  región de Atacama.
1 abril 2018.

El pintor de sueños.

Epígrafe: Las más de las veces la escritura, la inspiración nace de las vivencias cotidianas. Basta solo mirar más allá de nuestros ojos. 

El pintor de sueños.

Al amanecer brocha en mano, se crean mundos entre sus dedos

El mismo lugar durante semanas ha sido su hogar

Ante la mirada atónita de los niños, sonríe y continúa pintando sin parar

En la tardes, al regresar los niños de las escuelas y los adultos de trabajar, pinta con suavidad

La noche cae y el frío acecha,  el pintor en su mural continúa impertérrito

Lloviznas anteceden al fin de la jornada, el anochecer es negrura intermitente

Colores brillantes destilan ilusión a quiénes observan la obra al pasar

Nubarrones de otoño con desértica intemperancia aclimatan la frialdad del cuadro

Un paisaje pictórico se ha formado;  las palabras no son sino copias de su valor

Noctámbulas calles reflejan penurias del corazón. Se vuelven silencio ausente

En la fragilidad de sus ojos una lágrima se derrumba

Presiente ojos carteros que contemplan sus sueños diurnos, descubriendo su impronta

El artista sabe que la obra no está terminada, que las palabras se las lleva el viento

Solo la tinta permanece, aun en su cotidiana y mortal existencia

Sabe que bajo la sombra de su vida se ha trazado un plan mayor

Nada,  ni nadie perturbará su destino escrito de antemano

"Las personas nacen como originales y muchos mueren como copias..."

Solo recordaba vagamente en oníricos estados aquellas frases sueltas

Nunca se percató que en sus manos forjó su propia sentencia de muerte

Próximo al final, suspiró con una mirada epifánica en su rostro

Su cuerpo sin sentir hambre,  ni sed había sucumbido al delirio de sus sueños

Contemplan alegres hoy los ojos que no conocieron su historia

Semanas han transcurrido desde el último susurro de su voz

Sin embargo, en su añoranza pareciera que la obra ya fue terminada.

José Patricio Chamorro.
Copiapó,  región de Atacama.
6 abril 2018.

domingo, 1 de abril de 2018

Provocaciones.



Tu cuerpo desea lo que tu boca calla. Silencios ardientes aguardan caricias

Son templo tus labios en el abril de otros brazos

Se encienden pensamientos como sentir de la carne

Nervados tus miembros, erectos me afligen,
Atormentan mi estampa,  ardiente de bruma.



Roza mi voz tu viril ternura. Adormezco tu sangre,  libo tus besos

Tu vientre acaricia mi humanidad lastimera,
Pernocto en tu hombría,  frugal y ligera

Sedientos de efluvios, abrimos los prados. En manantiales dichosos se deleitan las manos



Tu cenit destempla el calor del rocío. Ávido anuncia amores tardíos

Tu fría mirada me calcina por dentro. Sé que me amas, me lo dice tu sexo

Es piel de amantes la noctámbula sensación. Fugaz y marchita,  purga tu herida

Mortal,  misteriosa convierte tu rostro, trastoca sentidos; has sido mío.

Copiapó, región de Atacama. 1 abril 2018.
José Patricio Chamorro Jara

Mi arte poética

Arte poética (José Chamorro)

Escribo desde el alma que aniquila la razón y no de sin razones del corazón deseadas. Escribo porque nací poeta en una generación ...