Ir al contenido principal

La mirada enamorada. Recuperado del 7 de enero 2014.

 

Reconocerse en el otro, en la mirada de quién contuvo tus instantes, tus momentos y vivencias, de aquellos segundos, de aquella fuerza vital, es decir, de quiénes te fortalecen con sólo compartir unos segundos tu propia vida, de aquellas decisiones que tomas en un momento determinado de tu vida y que te permite seguir adelante, revitalizarte. Hacerse uno con el fluir vital, la fuerza de un pensamiento, de la germinación de una idea y de quién está dispuesto a morir por ella, el hacerse cargo de otro como si fueras tú mismo, porque su vida ya es parte de la tuya, porque sus energías fueron compartidas, porque sus caminos se cruzaron y porque el amor se convirtió en metáfora, en una máquina de escritura en estricto devenir, en circunstancias transformadoras de secuencias imaginarias y frecuencias que irradian una energía vibratoria electrizante. Atreverse, ése es el lema para este año, purificar tu espíritu y canalizar las energías, dejar el ego atrás, pues querámoslo o no, siempre dependeremos de otro, el ser humano no fue creado para vivir en soledad, sino que en sociedad, es parte del funcionamiento del engranaje universal, de ese flujo continúo de reconexiones y magnetismos, de idas y vueltas, de progreso y revuelo, de palabras y efluvios, el ser humano es un todo. Cada pensamiento conlleva una acción, cada nueva idea, nos permite renovarnos, somos por lo que hemos pensado, hemos decidido y hemos dicho en determinadas circunstancias, las experiencias que nos han sucedido en la vida se deben precisamente a aquello que quisimos ser y hacer, el conocer es el medio que nos permite seguir, pero cómo conocemos, a través de qué mecanismos y cuánto estamos dispuestos a dar y entregar por ese cambio, por esa visión contemplativa de un panorama diferente que es nuestra propia vida, proponérselo y cumplirlo, accionar el motor de nuestros propios pensamientos, que no sean vanas promesas, sino cambios de consciencia, de sintonía en lo que deseamos y que proyectamos, si pretendemos cambiar y vivir otras experiencias es necesario aunarse con otros que positivicen nuestras ideas, que carguen de buenas vibras ese saber universal que nos conecta con el universo multívoco.


El amor es la fuente más potente que tiene el ser humano, el empatizar con el sentir personal, con lo que le sucede a quién se encuentra a nuestro lado, a quién compartió, aunque sea tan sólo la fugacidad de su presencia, pero que supo de nosotros, que se atrevió a intensificar la grandeza de nuestras vidas, porque estuvo ahí, porque nos acompañó, porque hubo amor o habrá sido sólo ilusión, el amor verdadero, no es aquél que sólo responde a los instintos y las bajas pasiones, la lujuria, sino el que nos trasciende a una escaala mayor, a ser seres de luz, de un aura que nos permite alcanzar la plenitud, la tranquilidad y una sinfonía universal.


 7/1/2014,

Comentarios

Entradas populares de este blog

El carácter dicotómico de Lady Macbeth.

  En el presente trabajo, se pretende realizar un análisis comparativo entre las obras literarias Macbeth, cuya tragedia pertenece a Shakespeare y, Macbett, referente al teatro del absurdo de Ionesco, que es una parodia de la obra creada por el primer autor. Sin embargo, cabe destacar, que me centraré fundamentalmente en las características intrínsecas de las obras, más que en el contexto de producción, puesto que el presente, se aboca al establecimiento de una analogía entre el personaje “Lady Macbeth”/“Lady Macbett”, de quien referiré rasgos de índole psicológica, por ende también se hará alusión a sus pasiones y motivaciones, cuya incidencia en el desarrollo de las obras, es de suma relevancia, destacando ciertos atisbos de transgresión que se cometen en ella, en relación al orden natural de los hechos y, del mismo modo, las transgresiones de género que nos presenta este personaje. En primer término, efectuaré un análisis de los parlamentos que Lady Macbeth, enuncia en la obra

"La Hormiga", Marco Denevi (1969).

A lo largo de la historia nos encontramos con diversas sociedades, cada una de ellas con rasgos distintivos, de este modo distinguimos unas más tolerantes y otras más represivas. No obstante, si realizamos un mayor escrutinio, lograremos atisbar que en su conjunto poseen patrones en común, los cuales se han ido reiterando una y otra vez en una relación de causalidad cíclica, que no es más que los antecedentes y causas que culminan en acontecimientos radicales y revolucionarios para la época, los que innumerables veces marcan un hito indeleble en la historia. Lo anteriormente señalado ha sido un tema recurrente en la Literatura universal, cuyos autores debido al contexto histórico en el cual les ha tocado vivir, se han visto motivados por tales situaciones y han decidido plasmar en la retórica sus ideales liberales y visión en torno a aquella realidad que se les tornaba adversa. Un ejemplo de ello es el microrrelato “La Hormiga”, cuyo autor es Marco Denevi, del cual han surgido

Ensayo, “Los chicos del coro, una película que cambiará nuestra mirada hacia la pedagogía”.

En la película, los chicos del coro, vemos una realidad de un internado ambientado en la Francia de 1949, bajo el contexto de la posguerra. Esta institución se caracteriza por recibir a estudiantes huérfanos y con mala conducta, que han vivido situaciones complejas en términos de relaciones interpersonales, pues muchos de ellos han sido abandonados o expulsados de otras instituciones. Con el fin de reformarlos el director del internado Fond de I’ Etang (Fondo del estanque), aplica sistemas conductistas de educación, sancionadores y represores como encerrarlos en el “calabozo”, una especie de celda aislada cuando se exceden en su comportamiento. Sin embargo, la historia toma un vuelco con la llegada de Clément Mathieu, músico que se desempeña como docente y quién aplicará métodos no ortodoxos en su enseñanza los que progresivamente irán dando resultados positivos en los chicos.                 Respecto a las temáticas que se abordan en la película, por un lado resaltan los a