Lo recuerdo como si hubiese sido ayer. Sus velas izadas al viento hacían olvidar nuestra historia dejada atrás. Su tamaño descomunal, sus mástiles y proa eran de una belleza indescriptible. Tenía tan solo siete años en aquel entonces, pero su imagen había quedado grabada en mi retina como un agradable sueño del que no se desea despertar. Esa noche me sentí navegando a través del mar junto a mi madre conduciéndonos nuestros destinos hacia tierras impensadas y con un futuro que nos aguardaba con los brazos abiertos, desplazándonos por el aire como gaviotas en búsqueda de la libertad. José Patricio Chamorro, Chillán, 27 de enero 2021.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.