Cada día es un regalo que nos invita a explorar, sentir y amar. No son los años vividos los que nos hacen más o menos sabios, ni mucho menos sensatos; más bien cuando logramos conectarnos con la esencia de lo que somos es cuando realmente comenzamos a vivir. A mis 33 años y a vísperas de un nuevo año que comienza, considero que ese redescubrirse solo se logra si escuchamos nuestra voz interior con calma, paciencia, sobre todo con nosotros mismos y con los mil y un errores que posiblemente seguiremos cometiendo. Estamos en esta existencia para aprender a disculparnos; quizás sea la autocompasión y el perdón propio lo más cercano al amor. ¿Se puede vivir acaso sin amarse a sí mismo? El redescubrirse en un gesto, en una mirada, incluso en los silencios es la antesala a lo poética que puede resultar la vida si prestamos atención a los detalles y nos conectamos con el tiempo presente. El pasado y el futuro solo son la instantánea de un momento de nuestra vida, mas lo que realmente s...
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.