viernes, 25 de febrero de 2011

Me sabes a melodramas.



I

Tus recuerdos me saben a amarga hiel
La epifanía de tu silueta se manifiesta como chansón afrancesada
En los lirios tristes de la belleza lozana de un amor suspirante
Que vibra con sutiles movimientos de cuerpos amantes
En los estertores gélidos de una muerte temprana y destemplada
Culminando en trágicas voces desesperadas
En la anárquica pasión que una vez nos unió.

II

Nuestra separación nos aleja como viento sonoro
Respirando y suspirando en cadencias musicales
Para olvidar la nostalgia de un amor hecho memoria
Cubierto del musgo de la agonía y la tragicomedia que vivimos aquel día.

III

Toda historia tiene un final, el nuestro recién comienza
Como Romeo y Julieta aun la muerte no nos venció
Pues triunfó el fervor de dos corazones que gozaron el amor
Que finalmente una vil traición aniquiló.

miércoles, 16 de febrero de 2011

La libertad se desencadenó.



I

Quiero ser libre, desatarme de estas cadenas
Arrancarte un delirio de pasión
Llueven sones escalofriantes en el fondo de mi corazón
Tenebrosas tenazas me aprisionaron
Pero hoy ya llegó la sentencia, el juicio final culminó.

II

Rosas negras circundan este valle de lágrimas
Bermellones ríos fluyen caudalosamente
Rompiendo contracorriente la tempestad de la vida
Causando estruendos en la tranquila melodía de tu voz
Desterrando los frutos enraizados de nuestro amor.

III

Tu mirada se esfuma como desvanecido viento invernal
Tu respiración se agazapa acompasándose a corcheas de desamor
Tus manos se engarzan como garfios de desilusión
Tus sentimientos me saben a fría hiedra
Y
Tus mentiras desengañan la cruel razón.

lunes, 14 de febrero de 2011

Que las palabras no impongan los límites de nuestra felicidad.



Cuando se piensa en el término felicidad, de inmediato lo trasladamos a una entidad abstracta, un valor, que en sí mismo representa más de lo que podemos describir con las palabras. En efecto, en la mayoría de los casos, cuando se hace alusión a algo impalpable, se tornan instantáneamente en inefables sentimientos o emociones. Sin embargo, la felicidad no es sólo algo etéreo, pues bien, concuerdo en que se esfuma con facilidad y que realmente ésta es aprovechada en mayor medida después de un estado de abatimiento o congoja, tras un pesar que ha sido causado por una de las innumerables experiencias de la vida, pero discrepo patentemente en que ella es sólo una sustancia. Respecto a la sentencia anterior, habrían muchos hechos que avalan mi planteamiento, ya que se le pueden atribuir cualidades físicas u orgánicas, en tanto que al experimentar la felicidad, nuestro organismo cambia de estado, sobretodo a nivel fisiológico y químico, ya sea secretando endorfinas, entre otras sustancias, lo que si bien sucede a nivel interno, también lo demostramos exteriormente, como espejo de aquella emoción.

            Por otro lado, es un acontecimiento social, ya que generalmente, puesto que suelen haber siempre excepciones a la regla, cuando un hecho nos causa gozo o dicha, queremos comunicárselo a nuestros seres más queridos o incluso darlo a conocer al mundo, nos sentimos únicos en ese momento e intentamos transmitir e irradiar aquellas vibras positivas, interactuando como he mencionado, con quienes nos circundan y forjando lazos, hasta tal punto que aquello que comenzó siendo un suceso individual, se transforma en un acontecer colectivo. También cabe destacar, que pese a lo común de esta emoción y sus expresiones, cuya primera manifestación es, por ejemplo, la sonrisa, símbolo universal del estado de alegría, éste puede sufrir ciertas variaciones y en concreto, así es, ya que al ser una emoción, va adquiriendo matices, lo cual depende de cada sujeto, experiencia que lo haya desencadenado, factor social o grupal e innumeras circunstancias más, las que se proyectan en el lenguaje, en lo que se denomina campos semánticos o relaciones entre palabras y sus significados, dando lugar a gradaciones como las que señalaré a continuación: “alegría, contento, regocijo, júbilo, satisfacción, gozo, agrado, regodeo, algazara, deleite, placer, dicha, consuelo, contentamiento, bienestar, goce, complacencia, fruición, gustazo, simpatía, animación, alborozo, encanto, delectación”  y un millar de fascinantes palabras más.

            Con lo precedente pretendía darme un deleite lingüista e invitarlos a usar de mejor modo nuestra lengua, ya que poseemos un amplio repertorio de palabras y matices para expresarnos y, por ello, cuando queramos comunicar algo tan trascendente como lo es un sentimiento de felicidad u otro, literalmente, no nos quedemos cortos de palabras.

domingo, 13 de febrero de 2011

Precipitan tormentosas lluvias en la ciudad.



I

Llueve estertóreamente en la ciudad
Alicaídos se encuentran los amores estivales
Las flores veraniegas se marchitan gota a gota
Cándidamente mi rostro contempla los estragos de la tormenta
Y
El declinar de la belleza que se esfuma a fragua lenta
Entristeciendo las monótonas tardes de aledaños arrabales.
Sin embargo
Aguardo a la espera de tu ausencia que me apremia
En la soledad melodiosa de bronceados inviernos asoleados
En la desesperanza de un amor que perturba la razón.

II

Nuestros silencios son como orquestados acordes sinfónicos
Que transmiten pasiones ocultas en notas agudas
Suspirando al compás de la sonora lluvia
Y
Transitando en parajes agrestes con sabor a melancolía
Precipitando fríamente en el abatido corazón
Yaciendo en otoñales hojas de una amargura impía.
Sin embargo
El desahuciado pasado nos condena pidiendo a gritos
Que no nos revolquemos en la amarga pesadumbre de nuestras penas.

domingo, 6 de febrero de 2011

Nuestro amor son los placeres de la vida.


                                                                               
                                                                                   I

Tus caricias son la guinda de mi deseo
Tu pasión es el postre de mis sentidos
Tus besos son el néctar de mi cuerpo
El latir de tu corazón se bate como suave espuma
Mientras nuestra respiración nos perfuma
Deleitándonos con sabores de suspiro limeño.

II

Probaremos mil veces los placeres de la vida
Sumergiéndonos en los mares del recuerdo
Viajando a través de un cálido mediterráneo
Recorriendo selvas y llanos
Deshaciéndonos en desérticas dunas de ensueño
Culminando en las atlánticas aguas del paraíso terreno.

III

Beberemos hasta embriagarnos de besos
La afrodisíaca ambrosia de los dioses
Degustaremos champagne francés y vino añejo
Batiéndonos al fragor de nuestros cuerpos
Penetraremos impetuosamente en la fogosidad del amor eterno
.

Mi arte poética

Arte poética (José Chamorro)

Escribo desde el alma que aniquila la razón y no de sin razones del corazón deseadas. Escribo porque nací poeta en una generación ...