I Tus recuerdos me saben a amarga hiel La epifanía de tu silueta se manifiesta como chansón afrancesada En los lirios tristes de la belleza lozana de un amor suspirante Que vibra con sutiles movimientos de cuerpos amantes En los estertores gélidos de una muerte temprana y destemplada Culminando en trágicas voces desesperadas En la anárquica pasión que una vez nos unió. II Nuestra separación nos aleja como viento sonoro Respirando y suspirando en cadencias musicales Para olvidar la nostalgia de un amor hecho memoria Cubierto del musgo de la agonía y la tragicomedia que vivimos aquel día. III Toda historia tiene un final, el nuestro recién comienza Como Romeo y Julieta aun la muerte no nos venció Pues triunfó el fervor de dos corazones que gozaron el amor Que finalmente una vil traición aniquiló.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.