A
borbotones la lluvia desciende silenciosa, nostálgica
En
el umbral luminoso de mi ventana, sombras
Arrebozada
una sonrisa clarea en la infinidad de la mañana
Despierta
fugaz a los durmientes recubiertos de frágiles mantos
Juego
con las palabras o quizás ellas juegan conmigo
Sinsentidos
absurdos de la muerte hecha carne.
Encontrar
al universo, hacerlo nada, vivir en el poema
Soy
su mediador ante el mundo y sus naderías
Naderías
que buscan decirlo todo, aspiran al olvido
Ríos
caudalosos fluyen, desembocan al abismo
En cascada caen como ecos del pensamiento
Escriben
versos, testimonio ausente de misericordia.
La
vida es efímera, ¡vivamos!, ¡experimentemos!
Creemos
poesía como único acto de amor, instantes
Vanidad,
incierta esperanza. La muerte es la única certeza
Crear
mundos posibles, morir en el intento
Palabras
al vuelo son pronunciadas, se desvanecen
Se
saben moribundas, incomprendidas yacen en la memoria.
Reediciòn:
4 enero 2018.
Hablar de las palabras es complejo. Creo que al revés de tu opinión, las palabras no nos llevan a la nada, ni siquiera su carácter evanescente nos podría arrebatar el producto, el impacto, la consecuencia de una palabra o de un silencio.
ResponderEliminarSaludos José Patricio, que estes bien =)
Parece que el Carpe Diem es un tópico recurrente en tu vida Poética.. hazlo pues parte de tu vida mundana!
ResponderEliminarSaludos.
Agatta: Tu punto de vista me agrada mucho, realmente concuerdo contigo en que cada palabra posee su esencia y que independiente de todo, siempre tienen algo que entregarnos. Sin embargo, aquel día las palabras por así decirlo me desilusionaron o quizás fue el estado anímico de aquel día el que influyó de sobremanera en mi escritura, lo cual no lo dudo, pero creo que simplemente hay que dejar ser las palabras, aunque ellas juguen con nosotros. Saludos!! :)
ResponderEliminarDiego: Creo que seguiré tu consejo, pues si es tan recurrente en mi vida poética, es porque quizás a veces lo he abandonado, intentaré vivirlo. Saludos!
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