Vals de la vida y la muerte
Como un ir y venir en los vaivenes del abismo
El río que fluye hasta su desembocadura
La naturaleza perdida en los pedregosos caminos
Que intensamente te conducen al sinsentido
Tierras lejanas y amores olvidados
Puertos sin retorno y oleajes resentidos
Ésa es mi patria, su campo, su floresta
Su gente, sus poetas.
Sus ciudades, añejadas en vinos inmemoriales
Sus dialectos prístinos y esmaltados
Sus hombres aguerridos y enamorados
Sus mujeres licóreamente seductoras
Sus hijos eternamente niños
Sus ancestros, almas que refulgen en sueños vívidos.
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