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El caminante sin rumbo.





La libertad hoy llega triunfante, dos meses han pasado como un relámpago de verano, como una tormenta de arena en un oasis desierto, es tiempo de vacaciones, el cambio de aires se nota en el ambiente, la fiesta ha comenzado, todos gritando a los cuatro vientos que al fin son libres, que la academia al fin cerró sus puertas, mas yo regreso a mi tierra, con nuevas experiencias, sintiendo el viento fresco circundar por mis sienes, mover mi cabello a un solo ritmo, caminando llegué y caminando me voy, he sido un caminante ahora y siempre, sin una patria fija, un errante sin rumbo, con ideales, sueños y eternos amores. Se acerca un verano de decisiones, determinaciones, mi compañía, aquella que jamás me abandonará, mis libros y canciones para no olvidar, para recordar esos momentos que han hecho única mi vida, ese compartir de experiencias, ese ser y no ser que siempre te hace estar en sintonía, este año aprendí a mantener los pies firmes en la tierra, sin dejar los ensueños teóricos de lado, hacerlos mi vida, conocí a personas que sin duda alguna me han marcado, he encontrado mi destino, sé hacia dónde voy y de dónde vengo, también sé que debo disfrutar la vida al máximo, pues más temprano que tarde ésta se nos va de las manos, nos lleva a aquel destino fatal, sin embargo, seré un romántico hasta el fin de mis días, viviendo cada instante como el más importante y tal vez el único, enseñaré y aprenderé a vivir, aún no sé qué me depara la suerte o quizás esté pre-determinado, no obstante, seguiré adelante, siempre hacia delante, con la mente en alto, no tengo nada que perder y sí mucho por ganar y conocer, viajar e imbuirme de otras culturas, conocer aún más personas, compartir sus vidas aunque sea un momento y luego volver a mi camino, así es la vida, lo concluí hace tiempo, un laberinto en una tómbola giratoria.

Cada día que pasa veo la vida con otros ojos, sé que mi esencia jamás cambiará, que la única diferencia será la acumulación de conocimientos y vivencias, mas estas últimas son las que más reconfortan y te permiten decir y sentir que estás vivo, que no eres un autómata, que te has atrevido a ir más allá. Este año he sido consciente de mi país y su naturaleza, que se jacta de ser una democracia, pero en realidad sólo es una vil oligarquía, que las discriminaciones continúan y continuarán por siempre, pero aun así siento que vivo en un país libre, donde se me permite pensar, escribir y expresarme, pero que aún falta mucha cultura, que el día a día para muchas familias es una lucha por la subsistencia y que sus vidas se quedan estancadas, como en un pozo de lodo negro, es una pena, pero a veces me vuelven las esperanzas y creo que todo cambiará, claro que no de la noche a la mañana, pero al menos que habrá algo que distinguirá este pasado y sus miserias, un futuro distinto, con más alegrías que llantos, con más personas felices y disfrutando, cada día hasta el fin de los tiempos.

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