Escucho música lacrimosa en crepúsculos de rosas
En una poética noche de sueños y magia
Pienso en los poetas malditos, en la luna
Pienso en los surrealistas, en sus sueños
Pienso en Poe, en su gato negro
Bebo y me embriago con el licor poético de Bécquer
Me sumergo en lágrimas de tristeza
De pasión y frenesí, siento una ópera en mí
Me embargan cientos de pensamientos
Mi vida es un caos ordenado
Al fin soy libre, no sé si lo resistiré
Me penetra el ideal romántico de juventud
Hoy no quiero leer ni a Baudelaire ni a Rimbaud.
Comentarios
Publicar un comentario